Piden 17 años por asaltar una masía de Cornellà del Terri

La Audiencia de Girona ha juzgado este jueves a uno de los cuatro asaltantes que la noche del 21 de septiembre de 2009 entraron en una masía de Cornellà del Terri (Pla de l’Estany), ataron al propietario, un empresario, y a su mujer, les agredieron, atacaron al marido con un machete y se llevaron 9.000 euros. El acusado, que tiene otras condenas por robo, ha negado ser uno de los asaltantes. Aunque por este asalto, en el que se usó extrema violencia y que causó mucha alarma social, los Mossos d’Esquadra detuvieron a cuatro sospechosos, finalmente la fiscalía sólo presentó acusación contra dos de ellos, los hermanos David y Juan José López, de Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental). El segundo ha sido declarado en rebeldía y está huido de la justicia y en búsqueda y captura.La fiscal pide para López, de profesión cerrajero, una pena de 17 años de cárcel por un delito de robo y dos delitos de lesiones agravadas. Por su parte, la defensa mantiene que la policía se equivocó y que el procesado no es uno de los asaltantes, por lo que ha solicitado la absolución.

Según la fiscal, sobre las 21.00 horas, el matrimonio, que reside en Mas Soldat, oyó un fuerte ruido en la puerta de acceso. Uno de los asaltantes había desmontado un cristal del baño y había ido a la puerta principal para que entraran otros dos ladrones. Un cuarto quedó haciendo vigilancia fuera en un Opel Corsa. Tres hombres vestidos de negro, con el rostro tapado con pasamontañas y con guantes, les amenazaron con dos cuchillos y una pistola. De forma insistente, a golpes contra el empresario, pidieron al matrimonio que les diera el dinero que tenían en casa y para convencerles le clavaron un machete en la pierna derecha al marido.

Las víctimas han relatado el drama que vivieron y entre sollozos. La mujer ha detallado el miedo que pasaron. Uno de los asaltantes estuvo todo el rato encañonándola en la frente con la pistola: "Me hacían mirar cómo martirizaban a mi marido, cómo le retorcían los dedos, le daban patadas o le ponían la pistola en la boca. Contaban hasta tres y decían que le dispararían”, ha relatado. Estaban muy nerviosos porque no encontraban los 50.000 euros que dijeron que habían venido a buscar. “Dijeron que si les decíamos dónde estaba el dinero llamarían a una ambulancia y si no lo hacíamos, se desangraría porque estaba perdiendo mucha sangre”, ha revelado la esposa.

Los asaltantes consiguieron llevarse 9.000 euros en metálico, de una herencia. Antes de huir los dejaron atados y encerrados en el desván. La pareja consiguió desatarse y llamar a unos familiares que alertaron a los Mossos y les fueron a socorrer.

Un vecino, que sospechó al ver a un hombre con coleta hablando por el interfono de la casa y un coche aparcado en la puerta, apuntó la matrícula del vehículo. Gracias a ello la policía pudo detener, meses después, a los presuntos asaltantes.

Unas semanas después del asalto, el 15 de octubre, la Policía Local de Cassà de la Selva (la Selva) localizó el mismo Opel Corsa, de noche, frente a la casa que un empresario de la localidad tiene en una zona boscosa aislada. Los agentes identificaron a los cuatro hombres que iban en su interior y en el maletero, entre otras cosas, encontraron pasamontañas, bridas, guantes y una pistola (simulada). Los sospechosos dijeron que estaban repartiendo propaganda de una empresa de cerrajería y que iban a entregar un presupuesto y los policías, tras quitarles la pistola, los dejaron marchar.

Cuando los mossos supieron que la Policía Local de Cassà había localizado el Corsa, propiedad de la mujer del fugitivo, apretó el cerco sobre sus cuatro ocupantes.

Dos semanas después, el 2 de noviembre, dos hombres con la cara tapada y con un arma de fuego, asaltaron una empresa en el distrito barcelonés de Horta Guinardó. Ataron y obligaron al administrador a abrir la caja fuerte y, una vez conseguido el dinero, huyeron con la ayuda de otro que les esperaba fuera. Aunque esta causa se ha archivado, las cámaras de vídeo grabaron a uno de los cuatro hombres, que fueron identificados en el Corsa de Cassà y se da la circunstancia de que el procesado era íntimo amigo del empresario asaltado y le debía 4.000 euros. Casualmente, considera la policía, pagó su deuda tras el asalto.

En enero de 2011, los Mossos, tras meses de escuchas telefónicas, detuvieron a Marcos P, de 29 años y a Juan José López de 47, ambos vecinos de Barcelona, y a Ivan A. R. y David López, de 30 y 36 años respectivamente y vecinos de Palau-solità i Plegamans, como autores del asalto violento de Cornellà y de la tentativa de asalto de Cassà. Dos de ellos además, David López y Marcos P. también fueron acusados del robo en Horta.

Se da la circunstancia de que en el juicio de este jueves ha declarado como testigo de la defensa Ivan A., que también fue detenido como autor de este asalto. Según él, las cosas que llevaban en el coche “eran las necesarias para el trabajo de soldador”.

En concepto de responsabilidad civil, la fiscal ha pedido 22.000 euros para el matrimonio, por las secuelas físicas y psíquicas.