La comisión del ‘procés’ acuerda un calendario de escaso contenido

La comisión del Parlament sobre proceso constituyente se marca un calendario lento y con escaso contenido. Los grupos que la impulsaron —Junts pel Sí, la CUP y Catalunya Sí que es Pot— han acordado una lista de 12 comparecientes para empezar a trabajar a partir del cinco de marzo. Los diputados escucharán primero las opiniones de expertos y luego elaborarán un plan de trabajo. Los llamados al órgano, la mayoría del mundo académico y entidades sociales, pasarán de tres en tres cada jornada. La breve reunión de este martes se ha desarrollado en medio de una bronca con el PP, que se ha quejado de que no le habían pasado por escrito la lista de los comparecientes, por lo que se ha negado a votarla.

Si los impulsores del proceso hacia la independencia se han marcado el timing con prisa de 16 meses para desconectar de España, la comisión que según Junts pel Sí y la CUP servirá para debatir cómo debe ser la futura constitución catalana va a cámara lenta y no garantiza cumplir el mismo plazo. El motivo es que el órgano, recurrido por la abogacía del Estado ante el Tribunal Constitucional, pero no suspendido aún, tiene diferentes usos según a quién se le pregunte. Para la coalición de la izquierda alternativa, Catalunya Sí que es Pot, la comisión servirá para debatir el modelo social que necesita Cataluña y no es un instrumento para la independencia. Por eso, pactar la lista de nombres de expertos ha costado tanto —la reunión ha empezado con retraso porque hasta el último minuto se estaba acordando la lista— y de hecho, según han apuntado varios diputados al salir, el acuerdo no está cerrado y se podrán añadir nombres más adelante. La comisión no tiene capacidad para legislar porque Junts pel Sí y la CUP le cambiaron el rango para que se sumara la izquierda no independentista.

Los equilibrios por tanto, hacen que el órgano sea poco operativo. Entre los llamados a comparecer hay perfiles dispares como el exsocialista José Antonio Pérez Tapia, el catedrático Joan Subirats, Francesc de Carreras —cercano a Ciudadanos— o el exconsejero de Justicia del tripartit, Josep Maria Vallès. Los diputados han acordado incluir personalidades manifiestamente contrarios a la independencia para evitar la acusación de que es una comisión secesionista, tal y como creen el PSC y Ciudadanos que no participan de la misma. La metodología prevista es primero escuchar las opiniones de los expertos y elaborar un plan de trabajo que debería culminar con un informe de conclusiones. Según los diputados, los llamados a acudir están avisados pero no todos han confirmado su asistencia.

La brevedad de la reunión —apenas 20 minutos— no ha evitado la bronca. El PP asiste a los encuentros de la comisión para mostrar sus opiniones contrarias, pero el diputado Santi Rodríguez no ha participado de la votación porque asegura que no conocía el contenido de la lista que tenían que refrendar hasta que el presidente de la comisión la ha leído en voz alta. “Es una cacicada. Esto manifiesta la clara voluntad de excluir a una parte de la población que tiene esta comisión”, se ha quejado Rodríguez que ha dicho que elevará una queja a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Marta Rovira, de Junts pel Sí, ha querido aclarar que en el acuerdo no han incluido al PP porque está en contra del proceso constituyente, pero ha defendido que en la lista hay personas que sí representan a los no independentistas y que en cualquier caso, el PP puede proponer nombres si quiere.