La Audiencia mantiene la libertad al pederasta confeso de Maristas

La Audiencia de Barcelona ha confirmado la libertad provisional para Joaquín Benítez, el exprofesor de gimnasia de Maristas que reconoció a principios de febrero haber agredido sexualmente a varios de sus exalumnos mientras ejercía como docente en el centro Marista de Sants Les Corts.

El pasado seis de febrero el titular del juzgado de instrucción número 6 de Barcelona dejó en libertad a Benítez después de que admitiera haber cometido diversos abusos. Días más tarde salieron a la luz más denuncias contra él y otros docentes y monitores del mismo centro y de otros colegios de la misma institución religiosa.

Días más tarde del polémico caso, la defensa de algunas de las víctimas de las agresiones interpusieron un recurso de apelación contra la libertad de Benítez. La sección décima de la Audiencia de Barcelona ha dictado un auto confirmado la libertad del pederasta confeso aunque le prohíbe aproximarse a menos de 300 metros de donde se encuentren varias de sus víctimas. El auto también prohíbe a Benítez comunicarse con ellas.

El tribunal sustenta su decisión asegurando que el pederasta confeso “posee nacionalidad española, círculo familiar propio (en concreto convive con un hermano afectado de minusvalía) y domicilio fijo conocido”. También sostiene que “los últimos hechos denunciados datan de unos cinco años atrás, sin que consten otros posteriores” y que “el investigado no tiene antecedentes penales o policiales de ningún tipo”. El juez instructor también prohibió a Benítez realizar cualquier tipo de actividad “educativa, cultural, deportiva, de ocio o similar, retribuida o no, en la que tenga alguna responsabilidad sobre menores de edad”, una prohibición que la Audiencia ha mantenido. 

Según el tribunal, con las medidas adoptadas por juez instructor se consigue evitar el riesgo de fuga del profesor de gimnasia y “blindan de forma adecuada la posibilidad de reiteración delictiva”. La Audiencia de Barcelona considera que enviarle a prisión preventiva sería “adentrarse en los siempre peligrosos vericuetos de la asimilación a la anticipación de la pena”.