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El campanario de la iglesia de Rosselló se derrumba

Los Bomberos descartan que haya alguna persona herida

Alfonso L. Congostrina

El campanario de la iglesia de Rosselló (Segrià) se derrumbó ayer por la mañana causando un enorme estruendo en la población, aunque, afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales. Hasta ayer, el idificio acogía las celebraciones religiosas de la población.

Un altre vídeo de l'ensulsiada del campanar de Rosselló. Que això passi ens hauria de fer reflexionar a tots plegats. Amb més previsió, segur que s'hauria pogut evitar. Posted by Alberto Velasco Gonzàlez on Viernes, 29 de enero de 2016

El alcalde de la localidad, Josep Abad (CiU), explicó que a primera hora de la mañana de ayer los “agentes municipales vieron que estaban cayendo piedras de la torre y fueron lo suficientemente precavidos como para desalojar dos casas continuas al templo”. Una hora y media después de obligarles a dejar sus casas, concretamente a las 11.15, el campanario se vino abajo.

Hasta seis dotaciones de los Bomberos de la Generalitat se desplazaron hasta la iglesia de Sant Pere de Rosselló para apuntalar la zona, proceder al desescombro y evitar que se provocaran nuevos daños. El rector de la parroquia, Victor Manuel Espinosa, aseguró ayer que hace una semana y media los arquitectos municipales detectaron en una inspección rutinaria unas grietas en el campanario. “Inmediatamente nos pusimos en contacto con una empresa con la que trabaja el obispado que nos envió a un arquitecto, recién llegado de Argelia, especialista en este tipo de infraestructuras”, aseguraba el sacerdote. “Ahora estaban realizando el estudio de cómo reparar el campanario. Ninguno de los técnicos previó su inminente caída”, se lamentaba. El edificio data del siglo XVIII y según el propio Espinosa “está construido con materiales muy humildes”.

La rápida intervención de los agentes locales y el hecho de prohibir la presencia de personas en las inmediaciones evitó que hubiera daños. De hecho, los agentes estaban vallando la zona cuando se derrumbó el campanario. “Hace un año aprovechamos unas subvenciones públicas para reparar la fachada, entonces ninguno de los técnicos detectó las grietas”, aseguraba el sacerdote, que desconocía ayer el origen de las fisuras.

El alcalde creía que con toda probabilidad los vecinos de las viviendas desalojadas podrían volver a sus domicilios por la noche. “Tenemos mucho trabajo por delante, lo primero es quitar la montaña de escombros, consolidar el edificio y analizar qué tipo de obra debe realizarse”, explicaba Abad. El alcalde recordó que el Obispado de Lleida es el propietario del edificio, pero el “Ayuntamiento hará lo que esté en su mano para reconstruir la iglesia”. Abad desconocía ayer el motivo por el que salió la grieta “aunque ahora lo importante es que no ha habido daños personales”.

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