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JUAN BARRANCO | Exalcalde socialista de Madrid (1986-1989)

“Madrid transformó a Tierno”

“Deberíamos entrar en el gobierno de Carmena e implicarnos en la gestión de la ciudad”

Juan Cruz

Juan Barranco (Santiago de Calatrava, 1947) fue el principal colaborador de Enrique Tierno Galván y le sucedió como alcalde tras su muerte. Fue senador, diputado madrileño, concejal y presidente del Partido Socialista de Madrid. Ahora, 30 años después de la muerte del Viejo Profesor, el veterano socialista evoca la figura del alcalde de la movida.

El exalcalde Juan Barranco, junto a la estatua en homenaje a Tierno Galván en La Almudena.
El exalcalde Juan Barranco, junto a la estatua en homenaje a Tierno Galván en La Almudena.BERNARDO PÉREZ

Pregunta. Dejó Tierno un bando inacabado, sobre el hambre... ¿Qué le preocuparía hoy?

Respuesta. Lo llamamos así, el bando inacabado; murió antes de terminarlo. Hoy seguiría estremeciéndose con los recientes datos de Intermon-Oxfam en los que aparece que 26 personas en España acumulan tanta riqueza como el 30% de la población española. Como en aquel bando inacabado, Tierno se habría rebelado.

P. Hace 30 años que él no está. ¿Qué ha empeorado en Madrid?

R. Siempre tuvo una gran preocupación por humanizar la ciudad; fue un alcalde muy cercano, sobre todo con los jóvenes. Sus bandos son una invitación a la convivencia educada. En ese terreno no hemos mejorado nada.

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P. ¿Qué ha pasado?

R. Que no hemos sabido aplicar esa pedagogía. Las desigualdades no solo siguen ahí sino que han ido en aumento, y esto es un fracaso del conjunto de la sociedad. Se ha perdido la idea de ver la ciudad como un ámbito común que tenemos que compartir. Se ha perdido el sentido de equilibrio. Sabíamos que teníamos que invertir más en los distritos del Sur; ahí hicimos un gran esfuerzo para equilibrar la ciudad. Tierno tenía la idea de que el poder se comparte con otros partidos. Fue alcalde con mayoría absoluta... yo también, pero lo compartimos con los concejales del PCE. Tuvimos una relación muy fluida con el mundo de la cultura y con los movimientos ciudadanos; esta ciudad le debe mucho a los potentes movimientos ciudadanos de los años ochenta. Los grandes proyectos de la limpieza del río Manzanares, de la creación del Campo de las Naciones y de la Casa de América venían de una reflexión profunda sobre la ciudad, para equilibrarla y hacerla más humana. Quizá gracias a los esfuerzos que se hicieron en aquellos años queda menos chabolismo.

P. ¿Qué pasó para que perdieran el poder?

R. Yo fui alcalde en dos ocasiones, una tras la muerte de Tierno y luego en las elecciones de 1987, que ganamos pero no con mayoría absoluta. El PP y el CDS desarrollaron una operación política y colocaron al que menos votos tuvo. Cuando ahora escucho a Mariano Rajoy decir que siempre tiene que gobernar el más votado estoy de acuerdo, pero con carácter retroactivo porque yo fui el más votado y pusieron a otro con muchos menos votos. A partir de ahí ha habido también un desapego de las capas de los grandes núcleos sociales con el PSOE. No hemos sabido y todavía seguimos sin saber conectar con esas capas medias urbanas que nos fueron abandonando paulatinamente.

P. ¿Por qué conectó Tierno?

R. Sobre todo conectó con la gente joven. Lo que admiraba de Tierno es que con esa imagen que él cultivó de viejo profesor (aunque hay que recordar que murió con 67 años), conectó de tal manera que produjo aquella manifestación de duelo tan impresionante al morir. Su imagen era de presidente de la República. Inesperadamente terminó de alcalde, y él transformó Madrid y Madrid le transformó a él.

P. ¿En qué sentido?

R. En política, además de ganar elecciones un político se puede asentar también en el corazón de los ciudadanos, y eso Tierno lo consiguió. Él era un intelectual, un viejo profesor, un hombre extraordinario y complejo, que consiguió aunar su praxis como intelectual con el compromiso político. Era un hombre de izquierdas, un socialista marxista, con una vena libertaria-ácrata que ejerció el papel de alcalde con una mezcla también de su faceta de profesor, de pedagogo. Eso le hizo muy cercano a los ciudadanos.

P. ¿Qué es ser de izquierdas ahora?

R. Es lo mismo, apostar y seguir apostando por los más débiles, luchar contra la injusticia, por la igualdad.

P. ¿Hay ciudades que son distintas según gobierne la izquierda o la derecha?

R. Sin duda. Nosotros entramos en 1979, abrimos las puertas del Ayuntamiento y se lo devolvimos a los ciudadanos con la idea de que hay que compartir el poder. Descentralizamos la estructura, hicimos una nueva distribución de distritos, pero la idea de que hay que descentralizar y ayudar a equilibrar la ciudad se la ha ido cargando la derecha.

P. ¿Con qué consecuencias?

R. La exclusión ha vuelto a aumentar en la ciudad, el Ayuntamiento ha dejado de ser un agente dinamizador y Madrid no tiene el prestigio internacional que tenía en la época de Tierno, cuando trajimos aquí la Oficina Mundial del Turismo, cuando fuimos presidentes de la Unión de Capitales Iberoamericanas. Madrid era la admiración de Europa en aquel momento, con aquel gran movimiento que se llamó luego la Movida.

P. En manos de Manuela Carmena, ¿tiene Madrid una posibilidad de recuperar lo que perdió?

R. Creo que hay una posibilidad, por eso el PSOE hizo bien apoyándola como alcaldesa. En la gestión del Ayuntamiento sigo viendo todavía mucha descoordinación. Y, sobre todo, no veo qué modelo de ciudad quiere este equipo de gobierno, sigo sin ver las grandes apuestas urbanísticas. Ha transcurrido muy poco tiempo, espero que se pueda hacer, y para conseguir tener ese modelo alternativo a la derecha sería bueno que el PSOE, que hizo posible que Carmena fuera alcaldesa, entrara también en el gobierno y se implicara en la gestión de la ciudad.

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