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Los amigos europeos de la Generalitat

Un libro recoge opiniones de políticos y académicos de la UE que destacan las posibles salidas de la independencia de Cataluña

Cristian Segura
Franz Schausberger, a la derecha de la imagen.
Franz Schausberger, a la derecha de la imagen.

Amadeu Alfataj, representante de la Generalitat ante la Unión Europea, cree que “deberíamos clonar a Krystyn Schreiber y tenerla en diferentes idiomas y naciones”. Alfataj lo dijo en la presentación del libro de Schreiber 'Què en penses, Europa?' (Angle). Los padrinos del acto fueron Alfataj y Carme Forcadell, presidenta del Parlament. Forcadell elogió a Schreiber, a quien conoce por el trabajo que la escritora ha desempeñado en la sección internacional de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Alfataj y Forcadell resumieron que el libro confirma aquello de “el mundo nos mira”, pero que el mundo no quiere aventuras unilaterales y recomienda pactar acuerdos con el gobierno español.

Schreiber entrevista en 'Què en penses, Europa?' a once académicos y políticos europeos pero también recoge las reflexiones de Forcadell, Alfataj y Artur Mas. Los europeos elegidos para el libro mayoritariamente no ven con malos ojos la independencia de Cataluña, y en muchos casos han sido invitados en los últimos años por la Generalitat para visitar Barcelona o hacer de observadores en las elecciones del 27-S o en la consulta del 9-N. Bernhard von Grünberg, diputado regional de Renania del Norte-Westfalia, también invitado por el Diplocat para seguir los comicios del 27-S, es el entrevistado que se muestra más crítico con la opción de la independencia en el contexto de la Europa actual, y defiende con vehemencia la opción de un modelo federal para España. Las tesis independentistas son plausibles para el resto. En el prólogo, Franz Schaurberger, expresidente regional de Salzburgo y veterano dirigente del Partido Popular Europeu, asegura que “la independencia de Cataluña será inevitable”.

Cataluña, pueblo indígena

Hay propuestas aventuradas para superar el conflicto. Nico Krisch es presentado en el libro como “catedrático del Institute of Human Rights and Development de ginebra”. En la web de Krisch no aparece este cargo. Krisch sí es profesor de Derecho Internacional del Instituto de Estudios Internacionales y Desarrollo de Ginebra. También es investigador en excedencia de la fundación de la Generalitat ICREA y coordinador del programa Global Governance del Instituto Barcelona Estudios Internacionales (IBEI). Krisch sugiere que el gobierno catalán podría ampararse en la “Declaración de los Pueblos Indígenas, que estipula amplios derechos de autonomía y al mismo tiempo deja muy abierto el concepto de «pueblos indígenas», porque los define por el solo hecho de ser históricamente y culturalmente diferente de la sociedad mayoritaria. ¿Por qué una declaración como esta no se podría aplicar a grupos étnicos como los catalanes o los vascos?".

En la zona gris

Ante la posibilidad que la independencia se declarase unilateralmente, Kai-Olaf Lang, investigador del centro alemán de investigación política SWP, considera que la situación no sería dramática porque Cataluña fluctuaría en una “zona gris”: “Hasta que Madrid y otros países no reconozcan la soberanía de Cataluña y su estatus quo, no pasaría nada […] Los catalanes serían ciudadanos de España y España no levantaría ninguna barrera aduanera, pero en esta 'zona gris' Cataluña empezaría a construir sus estructuras de estado. La pregunta es cuándo se llegaría al límite en el que se pudiera hablar de un poder estatal efectivo ejercido por el gobierno de Barcelona”. Lang destaca que la UE daría apoyo indirecto a Cataluña en caso de DUI: “La pregunta es también qué tipo de pactos podría hacer Bruselas si muchos estados miembros no reconocieran al nuevo Estado. Pero Cataluña no caería en un vacío. Se montarían, seguro y deprisa, estructuras auxiliares para no dar paso a levantar nuevas fronteras”.

Un concepto que se repite en el libro es que “Europa es pragmática”. Gérard Onesta es exvicepresidente del Parlamento Europeo, líder de Nuevo Mundo, partido ecologista y catalanista en el Languedoc y Pirineos Medios. Onesta no tiene duda alguna que en caso de independencia se impondría “el principio de realidad” en Europa: “Simplemente se impondría el resultado. Si hay una mayoría a favor de la independencia, ¿qué pasa? Hoy todos los estados, incluido Francia, dicen que no reconocerán un proceso de independencia, pero el día que se haya hecho, se impondrá el principio de realidad. Hay que recalcar una cosa importante de Europa, y es que funciona por el mecanismo de pragmatismo. Le recuerdo que el Banco Central Europeo en principio no podía comprar deuda de ninguna manera. Pero a raíz de la crisis de 2008 el BCE pasó a comprar deuda y nadie dijo que estuviera prohibido, pese a estarlo”.

Francia tiene miedo

Pese a este pragmatismo, Onesta admite que Francia tiene razones particulares para oponerse a la independencia de Cataluña: “El primer ministro, Manuel Valls, nació en Cataluña pero no quiere de ninguna manera que el Departamento de Pirineos Orientales, en el Sur, se llame País Catalán, por el miedo del fantasma que algún día este País Catalán pueda ser anexionado por la Cataluña Sur. Y en ningún caso se quiere plantear la pregunta de si para Perpiñán es mejor estar más cerca de Barcelona que de Toulouse o Montpellier. No se quiere plantear esta cuestión de ninguna manera. El simple hecho de plantearla implicar ser sospechoso de querer destruir la Francia eterna”.

En 'Què en penses, Europa?' también apareces opiniones respetables pero que friegan el ridículo. Harrington Thomas, profesor en excedencia de Estudios Hispánicos del Trinity College, relativiza la trama de evasión fiscal y comisiones del clan Pujol, una organización criminal, según el juez: “La impunidad en Cataluña es más baja que en muchos lugares del mundo. En Madrid la impunidad es absoluta. Y en Estados Unidos, hoy en día también: el jefe de la CIA ha mentido abiertamente en el Congreso sin ninguna consecuencia; los tiburones de Wall Street no han visto ninguna consecuencia por sus actos... Pero aquí Jordi Pujol, por una herencia mal administrada, está en la vergüenza completa y se ha apartado de la política, y los mismos convergentes no quieren tener nada que ver con este señor”.

La Alemania del Sur

La entrevista a Artur Mas ofrece aspectos interesantes sobre el personaje. Schreiber destaca que es el presidente de la Generalitat más devoto con el protocolo: “Parece que Artur Mas es el más protocolario de todos los presidentes de la Generalitat. Los diferentes sonidos de timbre indican al personal cuándo hay que estar en un sitio o en otro y cuándo pueden relajarse, porque el presidente se ha ido a casa”. Mas insiste en su comparativa entre Cataluña y Massachusetts y en los paralelismos con el norte de Europa: “Si analizamos a los pueblos del Sur de Europa, no hay pueblo de mentalidad centroeuropea que el catalán […] Porque es un pueblo que ha hecho bandera de la cultura del trabajo, del esfuerzo y de la austeridad personal. Esto no lo encontraréis en ningún otro pueblo del Sur […] Si un alemán mira al Sur de Europa, lo que más se parece a Alemania del Sur de Europa es Cataluña”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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