La holgada victoria de Colau allana un pacto de mandato con ERC y PSC

La holgada victoria que obtuvo el domingo En Comú es Pot, la candidatura auspiciada por Ada Colau, ha allanado el camino a la alcaldesa de Barcelona para lograr un pacto de mandato que incorpore a ERC y PSC como socios. Pese a los 218.000 votos obtenidos (41.500 más que en las municipales), Colau gobierna en minoría con solo 11 de los 41 ediles, que asumen un área y un distrito. El acuerdo con republicanos y socialistas implicaría sumar nueve concejales más. La alcaldesa y Alfred Bosch, líder de ERC en Barcelona, presentan hoy un acuerdo sobre transporte público, que podría consistir en ampliar la gratuidad del mismo hasta los 16 años. Esta es una de las condiciones que ERC había impuesto para apoyar las ordenanzas fiscales de Colau.

En el Ayuntamiento de Barcelona, los jefes de filas de ERC y PSC, Alfred Bosch y Jaume Collboni, aguardan un primer gesto por parte del gobierno de Colau. Las tres fuerzas se han mostrado partidarias de un pacto estable desde las elecciones de mayo. Pero, el 27-S y las generales del del domingo, han retrasado las negociaciones. De hecho, fuentes socialistas apuntaban ayer la posibilidad de que ahora sean los pactos postelectorales en el Congreso quienes puedan demorar aún más un eventual pacto en Barcelona.

Tanto ERC como el PSC apoyaron la investidura de Colau como alcaldesa y han facilitado la aprobación de grandes medidas, como la ampliación de crédito de 100 millones con cargo al superávit que tiene la ciudad. Todo apunta que también apoyarán las ordenanzas fiscales en el pleno de la semana que viene. En cambio, no han facilitado el trámite al proyecto de presupuestos de Colau, que tuvo que retirarlo antes de la aprobación inicial. En el caso de ERC, convertida, con el 15,1% de los votos, en segunda fuerza en Barcelona, les coloca como socio preferente. Además tienen cinco concejales, uno más que el PSC. Pero se harán rogar. Son partidarios del pacto, pero quieren contrapartidas.

A los socialistas, y así lo ha expresado en varias ocasiones Collboni, les preocupa llegar en buenas condiciones a las elecciones locales de 2019. Que el desgaste de un gobierno municipal en minoría no dé motivos a CiU para recuperar el poder. La caída del voto socialista en sus tradicionales feudos de Nou Barris o Sant Martí la interpretan en clave del retroceso del voto al partido en todas las grandes ciudades.