Cataluña vigilará en las aulas casos de radicalización islámica

El sistema educativo obligatorio contará en Cataluña con un protocolo para identificar posibles casos de radicalización islámica entre los estudiantes. Así lo anunció ayer el consejero de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, tras el Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán. La medida aún no tiene fecha de inicio aunque lleva meses en estudio.

El protocolo ha sido desarrollado entre los departamentos de Interior y de Enseñanza y en las próximas semanas se harán reuniones técnicas para ultimar los detalles y ponerlo en marcha, aseguró Jané. En él desempeñan un papel fundamental los Mossos d’Esquadra que se dedican a los trabajos de proximidad. El objetivo es “detectar a tiempo fenómenos de radicalización en las aulas”, explicó el consejero, pero no concretó cómo se abordarán los casos que se detecten.

Desde Enseñanza, por su parte, aseguran que la vocación del protocolo es más de prevención que de identificación. La Generalitat trabaja en el modelo de intervención desde el atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, en enero de este año, explican fuentes de Enseñanza. Un 12,5% de los estudiantes de Cataluña han nacido fuera de España o sus padres son inmigrantes.

 Modelo de bandas latinas

 El protocolo se basa en otro plan que se puso en marcha en las escuelas catalanas a raíz del auge de las bandas latinas, hace una década. En él se identificaron centros con estudiantes susceptibles de caer en manos de estos grupos violentos y en ellos se aumentó la presencia de los equipos de proximidad de los Mossos para dar charlas informativas tanto a alumnos como a docentes.

Entre las recomendaciones de este protocolo figuraban, por ejemplo, un seguimiento de cambio de actitudes en el estudiantado, en el vestuario o en el rendimiento escolar. La materia alternativa a la Religión, Cultura y Valores Éticos, es otro punto donde se trabajará. Allí se aborda el tema del islam y otros cultos desde una perspectiva histórica y cultural, “desde una línea integradora”, dicen desde Enseñanza.

La labor de proximidad de los Mossos y las policías locales, añadió ayer Jané, también se extiende a la calle, donde se hace seguimiento a posibles fenómenos de radicalización. Dentro del Programa Operativo Específico Antiterrorista (POEA), activado hace meses, también se vigila a la población carcelaria.