Cuando Picasso pintaba en catalán
Enciclopedia recopila toda la obra del pintor que realizó en Cataluña entre 1895 y 1917
Fue una etapa breve en el tiempo, pero intensa por el número de obras producidas. Pablo Picasso llegó con su familia desde A Coruña a Barcelona en 1895, con apenas 13 años y vivió, aparte de algunas escapadas fuera, en esta ciudad hasta 1904, cuando se instaló definitivamente en París. El balance de estos años es ampliamente positivo en el conjunto de la carrera el malagueño si tenemos en cuenta que los escasos nueve años fueron claves en tres periodos y momentos de la vida artística de Picasso: la etapa de formación, la época azul y la época cubista, momentos en los que creó obras cumbres.
La relación de Picasso y Cataluña no acabó cuando marcho a París. El pintor viajó y trabajó aquí en otras ocasiones: En 1906 en la bella localidad prepirenaica de Gósol, en 1909 en Horta de Sant Joan y en 1910 en Cadaqués, además de otra estancia en la ciudad de Barcelona durante 1917.
‘Cabeza de mujer jóven’ no se pintó en Gósol
No siempre una obra de Picasso salta a la fama por su alta cotización. El 31 de julio un yate de Jaime Botín fue interceptado con Cabeza de mujera bordo; una obra que iba a ser enviada a Suiza pese a estar declarada no exportable. Pese a que se aseguró que la obra se pintó durante la etapa que el pintor pasó en Gósol, entre mayo y agosto de 1906, Eduard Vallès es tajante: "Se pintó en París, tres meses después de su viaje a esta localidad. Es un tema en el que no hay duda, porque hay documentación. Lo que pasa es que respira el aroma de Gósol". Por eso, la obra no figura en el libro.
En total, 185 obras icónicas y conocidas por casi todos como Retrato de la madre del artista (1896), Ciencia y Caridad (1897), La Vida (1903), El Harén (1906) o Arlequín (1917) y otras prácticamente desconocidas como Retrato de Dionisio Renart (1899) y Torso de mujer, pintado en Gósol en 1906. Todas aparecen reproducidas en alta calidad por primera vez en el volumen de lujo Picasso. Obra catalana, que ha editado Enciclopedia Catalana; tras el encargo realizado al historiador del arte y comisario de exposiciones Eduard Vallès. Un centenar de obras se conservan en el Museo Picasso de Barcelona tras la donación que el propio Picasso hizo a la ciudad en 1970 (cosa que no hizo en Francia). El resto en cerca de ochenta museos internacionales y colecciones privadas. Algunas de las obras se han expuesto muy poco y se han conocido gracias a las salas de subastas. “Las obras son como ballenas que aparecen y desaparecen. Como Retrato de Dionisio Renart y Torso de mujer que se vendieron hace unos años y ahora están en colecciones privadas”, explica Vallès, que apunta que algunas de las que figuran como de colecciones privadas están en manos de los herederos del artista.
Para Vallès, uno de los aciertos del libro es mostrar como gran parte de las obras vinculadas con Cataluña han viajado lejos de estas tierras, “Solo permanecen las de primerísima época, pero casi todas las de la época azul y las cubistas realizadas en Horta, Cadaqués y Ceret no se conserva ninguna en las colecciones públicas de Cataluña” asegura, mientras remarca que se trata de “una exposición imaginaria” imposible de hacer “porque sus propietarios no lo permitirían en todos los casos”.
El volumen sorprende por la calidad de las imágenes que permiten ver la riqueza cromática empleada por Picasso. “No podemos hablar de azul picasso, sino de azules”, explica el editor Francesc Boada, hojeando el pesado libro y haciendo notar los degradados y tonos de las obras. “Hemos comparado las fotografías con las obras originales, algo que no se ha hecho nunca”.
Dividida en diez ámbitos temático-cronológicos, el volumen repasa las obras relacionadas con la familia, las de formación, las inspiradas por Barcelona, las que le inspiraron la bohemia de la noche barcelonesa, las creadas en el periodo azul, “entendidas no solo como algo cromático, sino como reflejo de la miseria”, las obras de Gósol, las cubistas de Horta, Cadaqués y Ceret y las pinturas que realizó en 1917.
El nuevo libro obedece a la tendencia de Enciclopedia de editar monografías no generalistas, sino centradas en un aspecto concreto según Boada, que define el libro como una “exposición encuadernada”. Se han impreso 1.500 ejemplares a un precio de 990 euros cada uno.
El amigo de los escritores
Es muy conocida la relación de Picasso con escritores como Apollinaire, Éluard y Cocteau, pero esta relación con la literatura comenzó mucho antes en Barcelona, tal y como pone en evidencia el estudio del propio Vallès que acompaña la obra editada por Enciclopedia. Según Vallès, sus primeros amigos en Barcelona fueron escritores y editores que conoció en Els 4Gats que hacían revistas modernistas. “Retrata a unos 20 escritores antes de 1904, de los que hace unos 100 retratos y esbozos; 22 de Santiago Rusiñol y cinco de Juli Vilamitjana. Y lo hace, porque se entendía mucho mejor con ellos, sobre todo con los poetas, que con los pintores”. Cuando en 1904 Picasso se marchó a París se perdió este contacto y comenzó a hacerlo con el mundo de la ilustración y las revistas de esta ciudad.
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