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Clausurados dos clubes de fumadores que eran discotecas

Los locales se encuentran en Puente de Vallecas y en Chamberí y sobre los mismos ya pesaban órdenes de clausura

F. Javier Barroso

La Policía Municipal ha detenido a los dueños de dos locales de Puente de Vallecas y de Chamberí, acusados de haber roto los precintos municipales de clausura decretados por el Ayuntamiento. Ambos actuaban bajo el cartel de asociaciones de fumadores, pero realmente ejercían como bares especiales o discotecas, según fuentes policiales. Han sido acusados de un delito de desobediencia grave.

El responsable del club de Puente de Vallecas, situado en la calle de la Cerámica, ya fue detenido el pasado mes de abril también acusado por el mismo delito de desobediencia. Es la tercera vez que ha sido arrestado. Según explicaron ayer fuentes policiales, el aforo duplicaba el permitido y en el local fueron levantadas 25 actas por tenencia ilícita de sustancias estupefacientes como marihuana, hachís, popper y otras drogas de diseño. Estaban tiradas por el suelo y junto a la barra. Además, se decomisaron tres armas blancas.

El propietario de este local ya indicó en abril que ha intentado regularizar su situación en más de una ocasión, pero que el Ayuntamiento siempre se lo ha impedido.

El segundo club, llamado Dark Soul, se halla en el número 29 de la calle de Viriato. Las autoridades municipales decretaron el precinto del local y el cese de la actividad el pasado mes de mayo, pese a lo cual el establecimiento siguió funcionando. Fuentes policiales destacaron que ha sido denunciado desde entonces hasta en 16 ocasiones por abrir pese al cierre municipal.

Los clubes de fumadores es una figura especial del ocio dirigida hacia el esparcimiento y recreo de las personas basado en el consumo de tabaco. Solo pueden ser usada por los socios, por lo que carecen de ánimo de lucro. Eso les impide, según la normativa, comercializar cualquier producto o consumible, lo que incluye también las bebidas y cualquier alimento preparado o envasado.

Fuentes municipales recordaron que los dos locales clausurados se amparaban en este fenómeno y, bajo la apariencia de falso club, actuaban como discoteca. “Eludían así la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid, respecto a las responsabilidades y obligaciones que impone la citada norma y la protección al consumidor”, añadieron fuentes municipales.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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