“No soy partidario de judicializar la actividad política en Cataluña”

Xavier García Albiol, líder del PP catalán, analiza el derrumbe de su partido en las elecciones del 27 de septiembre, que se desplomó al pasar de 19 a 11 diputados.

Pregunta. ¿A qué lo achaca?

Respuesta. El Gobierno central ha tenido que tomar medidas impopulares por la crisis. Y hemos sido el pim-pam-pum de los independentistas. Nos han atacado sin piedad y en cambio no han críticado a Ciudadanos.

P. ¿Su actitud de confrontación le ha pasado factura?

R. No, a mitad de julio las encuestas indicaban que el PP se podía quedar en 6-7 diputados y nos hemos recuperado hasta los 11.

P. ¿Han analizado qué falló?

R. Sí, los hemos analizado.

P. ¿Y qué falló?

R. Prefiero no decirlo. No he visto que ningún partido lo diga en público.

P. ¿Ha sido contraproducente las visitas de otros dirigentes?

R. Rajoy ha venido a Cataluña las veces que se le ha pedido.

P. ¿Le perjudicaron las dudas de Rajoy sobre la nacionalidad?

R. No. Creo que se creó una montaña de una cuestión menor. [Hace una mueca burlona]

P. ¿Se arrepintió de decir la frase ‘se acabó la broma’?

R. ¡No! ¿Por qué? Visualiza una actitud. Fue un acierto.

P. Ciutadans les ha avanzado claramente pese a compartir muchas de sus premisas ideológicas. ¿Les ganan por las formas?

R. Ciutadans no ha gobernado nunca y no han sufrido desgaste.

P. Aznar dijo que el modelo a seguir era el de Ciutadans ¿Le molestó lo que dijo?

Aznar ha sido tremendamente injusto. El PP Catalán se ha roto la cara por el partido

R. No. A Aznar hay que escucharle con respeto, pero eso no significa coincidir al 100%. Sí creo que no se expresó de la forma más adecuada. Mis compañeros en Cataluña se han roto la cara por el partido y su crítica [la de Aznar] al PP catalán me parece tremendamente injusta.

P. ¿Cree que habrá nuevas elecciones en Cataluña en breve?

R. Mucho me temo que sí. Lo que más me preocupa es que el Gobierno catalán caiga en las políticas económicas y sociales de un partido radical y extremista como la CUP.

P. Acaba de presentar a los partidos un decálogo con medidas a pactar. ¿Qué pretende con ello?

R. Que en asuntos básicos como la educación, sanidad o fiscaldad exista un acuerdo de míminos para garantizar que el modelo no dependa de la CUP. Especialmente pensamos en los 30 diputados de Convergència. Me resulta difícil ver cómo esos diputados puedan defender políticas contrarias a las que históricamente les han identificado.

P. Cuando dos millones de personas votan por la independencia, ¿no debería el Gobierno hacer algún movimiento?

R. Ningún Gobierno de España puede asumir el inicio del proceso de independencia. El referéndum es imposible. La única posibilidad que contemplo de consulta es en el marco de una reforma constitucional y en el que voten todos los españoles. La postura que yo planteo es la solución a Cataluña.

P. Pero no la concreta.

R. No puedo concretarla porque aquellos que más defienden la reforma constitucional, como el PSOE, todavía no han dicho qué aspectos cambiarían.

P. Y usted, ¿qué cambiaría?

R. Apuesto por una actualización de la Constitución en aspectos territoriales, sociales y económicos. No puedo concretar porque la discusión ha de ser entre todos los partidos y serena. Estoy de acuerdo a sentarme, pero espero a ver qué plantean aquellos que defienden tanto la reforma.

P. Usted pidió a Rajoy hace meses que vendiera mejor en Cataluña la idea de España. ¿Lo ha hecho?

Es una chorrada la propuesta del PSOE de trasladar el Senado a Cataluña

R. Una parte de lo que vivimos es por la falta de presencia del Estado en Cataluña. Y eso ha sido responsabilidad de todos los Gobiernos de España. Pienso desde partidos de futbol de la selección a una mayor presencia institucional del Estado. Propuestas como la del PSOE de trasladar el Senado a Barcelona para ayudar a la unión me parece una chorrada.

P. Alicia Sánchez-Camacho fracasó con la propuesta de financiación, aprobada por el partido, que se basaba en un modelo singular para Cataluña. ¿Lo que proponen ahora no es una involución?.

R. La propuesta no era un modelo singular para Cataluña...

P. Se llamaba así.

R. Sí, pero desde el PP nunca se planteó en estos términos. Se pedía que se recogieran ciertas peculiaridades de Cataluña. Nosotros apostamos por aumentar los recursos para Cataluña, pero con una cláusula donde quede claro a qué menesteres no se puede destinar el dinero.

P. ¿Ve bien los recursos a leyes de pobreza energética?

R. Tenemos que hacer un esfuerzo para intentar separar el debate político de debate judicial. Vamos a intentar que las propuestas que salgan del Gobierno catalán o del Parlament no sea necesario llevarlas de manera sistemática al Constitucional porque se saltan competencias.

P. ¿Se opone entonces a la dinámica de estos últimos años?

Tenemos que hacer un esfuerzo para intentar separar el debate político de debate judicial

R. No. Tendría que existir más diálogo entre la Generalitat y el Gobierno. No soy partidario de judicializar la actividad política.

P. ¿Qué le pareció la concentración del jueves en apoyo a Mas?

R. Fue un ridículo espectáculo. Una reacción desesperada a una situación sin salida. Presentarse con 400 alcaldes con el carné del partido en la boca es un acto de dictaduras tipo Venezuela, Cuba y algunas bananeras.

P. Hay partidos que auguran que en la campaña del 20-D el PP utilizará un discurso anti catalán para ganar votos.

R. Si yo tuviera la más mínima sospecha de que el PP va a utilizar por cuestiones electorales un discurso anti catalán, yo no militaría en este partido.