El acusado de matar a un colega de trabajo dice que fue sin querer
El hombre clavó una puñalada a un compañero en un matadero en Riudellots de la Selva
El acusado de matar de una puñalada a un compañero de trabajo en el matadero de Riudellots de la Selva la madrugada del 23 de octubre de 2012 asegura que tenía buena relación con la víctima, que no estaba enfadado y que resbaló, perdió el equilibrio y le clavó accidentalmente el cuchillo en el pecho. Los peritos forenses han descartado la posibilidad de que la puñalada fuera accidental.
Este miércoles ha declarado en la Audiencia de Girona Xiaowei Chen, de 41 años y vecino de Salt, en un juicio con el sistema de jurado popular por la muerte de un compañero de trabajo, también de Salt, de 30 años y procedente de Costa de Marfil.
Durante más de una hora de declaración, llena de problemas de comprensión y de interrupciones por culpa de una mala traducción del intérprete, el acusado, que llegó a España en 2005, ha negado que le clavara el cuchillo a la víctima porqué estuviera enfadado con él porqué le invadiera su espacio. El procesado trabajaba en la sala de despiece del matadero Frigorífics Costa Brava. A su lado de la cadena de producción trabajaba la víctima.
Según ha mantenido en su declaración, sobre las dos y cuarto de la madrugada del 23 de octubre, se estaba acumulando el trabajo en la cinta y su compañero se le estaba tirando tan encima, de forma que se tocaban brazo con brazo. Por este motivo le dijo dos veces “oye negro, más para allá”, pero como él no le hizo caso, le dio un empujón con el brazo que le hizo desequilibrar, resbaló sin llegar a caer y le clavó el cuchillo en el pecho a su compañero. Según su relato, ha mantenido que mantenían una buena relación y nunca habían discutido.
No obstante, las acusaciones mantienen que Chen, como ha reconocido en su declaración, “estaba harto” de este trabajo que era “muy duro” y quería cambiar de empleo. Aquella noche, una suma de factores hicieron que se enfadara con su compañero porqué no le gustó la respuesta que le dio cuando le advirtió que le estaba invadiendo su espacio de trabajo, y le apuñaló.
Para los forenses, la versión de las acusaciones sería más factible que la dada por Chen, ya que mantienen que la herida que presentaba la víctima “no es compatible con que el acusado perdiera el equilibrio y le clavara el cuchillo sin querer”. Su informe detalla que el cuchillo atravesó el esternón, uno de los huesos más duros del cuerpo humano, los pulmones y el corazón y han añadido además que “el mecanismo de la herida es un golpe seco, directo y con aceleración”. Mientras se resbala “no se tendría suficiente fuerza en el brazo para causar esta herida, en la que la hoja del cuchillo de 12 cm se clavó en el cuerpo de la víctima”, afirman.
La fiscal acusa a Chen de un delito de asesinato y solicita para él una pena de 16 años de cárcel. En materia de responsabilidad civil pide que indemnice a la familia de la víctima con 240.000 euros. Por su parte, la defensa solicita inicialmente la absolución porqué considera que se trató de un accidente laboral.
El juicio, que empezó el pasado viernes, está previsto que siga mañana con las conclusiones definitivas, la presentación de los informes finales de las partes y la entrega del objeto del veredicto al jurado. Los nueve miembros del Tribunal Popular que se deberán encerrar a deliberar si consideran que se trató de un asesinato, un homicidio imprudente, o simplemente un accidente laboral.
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