Barracones frente a escuelas de élite

El colegio Paco Candel, en Santa Eulàlia, en L’Hospitalet, se fundó en 2011 y tiene por instalaciones cinco barracones pintados de colores y un patio con un puñado de arbolitos incapaces todavía de dar un poco de sombra. “Cambiemos de lugar. Con este sol no llegamos al 27-S”, pidió Pablo Iglesias a los periodistas tras reunirse con padres de la escuela. Ataviada con una camiseta amarilla en defensa de la escuela de calidad, Nuria Muñoz, una de las madres del colegio, denunció la extrema precariedad de las instalaciones y del nuevo barracón al asegurar que estaba oxidado y que aún los trabajadores lo estaban pintando. “Es una escuela impracticable. Hemos tenido que arrinconar a los niños”, lamentó.

El olor entorpeció las clases y también, dijo, que las cámaras pudieran filmar el centro, ya frecuentado en la campaña de las municipales por Miquel Iceta (PSC) y Joan Herrera (Iniciativa). Los padres luchan desde hace años por dignificar el colegio, nacido en plena crisis, y que reclama presupuestos para construir un edificio digno. La Generalitat alega carencias presupuestarias, pero el argumento no les cuadra porque a un tiro de piedra hay tres escuelas consideradas de élite, vinculadas al Opus Dei, que segregan a niños por sexo y que reciben subvenciones de la Generalitat: Xaloc, Pineda y Avantis. “Me parece que en esta campaña se habla solo de banderas y cortes de mangas cuando hay una Cataluña de barracones y otra del Opus Dei”, dijo Pablo Iglesias. Y agregó: “Artur Mas se puede apuntar este récord: Cataluña supera el número de barracones que dejó la Generalitat valenciana dirigida por el PP”.

Están desmontando la educación pública, que es la principal estructura de Estado", dice Rabell

Lluís Rabell, candidato de Catalunya Sí que es Pot, acusó al Ejecutivo de desmantelar la escuela pública, “la principal estructura de Estado”. “La cohesión social se hace en los colegios. No es posible que no haya dinero para la educación pública y sí para disgregar”, afirmó. Los recortes han provocado que haya ahora 3.200 profesores menos pese a que la población escolar ha aumentado en 30.000 alumnos. Rabell censuró que los 25 millones para colegios de élite siguen intactos.

Frente a esta postura, Ramon Espadaler, candidato de Unió, reafirmó ayer su compromiso para blindar los conciertos a escuelas que segregan. “La elección de la educación corresponde a los padres. En un país plural nos parece normal este tipo de conciertos”, dijo en una visita al Centro de Estudios Monlau, en Sant Andreu. Hay 15 centros en Cataluña que segregan alegando que el ritmo de aprendizaje de niños y niñas es diferente. Reciben más de 22 millones de euros al año, que depende del número de líneas que ofrecen. La Farga (Sant Cugat) o La Vall (Sabadell) son los que más reciben: 2,8 millones cada uno.

El concierto se ha renovado este año por cuatro cursos más. La izquierda pide extinguirlo aunque implicaría pagar indemnizaciones. Espadaler ahondó en las contradicciones de Junts pel Sí al oponerse Esquerra a esos convenios. “A los hechos nos remitimos. En el tripartito se renovaron los conciertos y nadie habló de retirarlos después”, dijo. Mientras, un padre del Paco Candel mostraba el sky line lujoso de la plaza de Europa que se ve desde el patio de colegio. Y remachó: “Si Pablo Iglesias no podía aguantar por el calor, por la poco sombra que hay, imagina los niños”.