Un ataque feminista contra los blusas de Vitoria enturbia el final de las fiestas
Unas 20 mujeres con la cara tapada hieren a dos miembros de una cuadrilla, en respuesta a una agresión verbal que sufrió el miércoles una chica. Feministas y miembros de las cuadrillas se denuncian mutuamente
Las Fiestas de la Blanca se han visto enturbiadas por un ataque feminista a la cuadrilla de blusas, Jatorrak. El suceso se produjo este sábado en el paseíllo de vuelta en la céntrica calle Dato de Vitoria, donde un grupo de unas veinte mujeres, pertenecientes al colectivo feminista Arabako Bilgune Feminista y con el rostro tapado con pañuelos se abalanzaron contra los blusas golpeando a alguno de ellos. Estas mujeres quisieron mostrar así su repulsa al ataque verbal que sufrió una mujer en el paseíllo del 5 de agosto por parte de algunos integrantes de esta cuadrilla que hicieron comentarios denigrantes sobre sus pechos. Este grupo feminista va a ofrecer el lunes una conferencia de prensa.
El ataque contra los blusas ha sido contestado de manera unánime por la Comisión de Blusas y Neskak que ayer por la noche decidió que en el paseíllo de ida de hoy no habría música, sino simplemente una marcha en solidaridad con los blusas agredidos. Varias mujeres de la comisión portaban una pancarta en la que se leía ‘No nos sentimos defendidas, sí ofendidas. Eraso Sexistarik ez’ (No a las agresiones sexistas), en alusión al ataque del grupo feminista. El presidente de la Comisión de Blusas y Neskak, Luis Izaga, ha explicado a EL PAÍS que esta entidad ya ha presentado ante la Ertzaintza una denuncia por coacciones contra la citada entidad feminista, al tiempo que uno de los blusas agredidos en el rostro y que tuvo que ser atendido en las Urgencias del Hospital ha presentado otra denuncia por agresiones ante la Policía Autónoma Vasca. “Hemos llegado a esta situación, porque alguien se está encargando de perder los papeles y provocar situaciones que pueden generar enfrentamientos”, ha censurado Izaga, en referencia a Arabako Bilgune Feminista, a quien acusa de creer que los blusas son un “foco de agresores”.
Los responsables
Izaga recuerda que los blusas que “se sobrepasaron verbalmente” contra una chica el pasado 5 de agosto ya se mostraron “arrepentidos” ante ella, si bien la mujer decidió denunciar los hechos ante el teléfono de protocolo que habían puesto en marcha los grupos feministas, que decidieron al día siguiente llamar a Izaga para contarle lo ocurrido. Inmediatamente, en la reunión de la Comisión de ese mismo día 6 de agosto, se exigió a Jatorrak que tomara “cartas en el asunto y solucionase el tema”. A las pocas horas, según relata, el responsable de esta cuadrilla le telefoneó diciéndole que tenía localizados a los autores de la agresión verbal, quienes acudieron esa tarde a una reunión con la plataforma de feministas de Álava y la Comisión de Blusas y Neskak ante las que mostraron su “consternación”. Izaga reconoce que pensaba que ya había quedado clara la situación después de que las entidades feministas aceptaran las disculpas y, por tanto, estimaba que el hecho no iba a dar más de sí, hasta que tuvieron conocimiento de que Arabako Bilgune Feminista había convocado una protesta contra Jatorrak para el paseíllo de vuelta de este sábado, dado que consideran que esta cuadrilla es “machista al creer que no admiten a mujeres”.
Jatorrak ha aclarado, sin embargo, que sí aceptan a chicas, aunque en este momento son únicamente 120 chicos, que es el cupo máximo de personas que se admiten en la cuadrilla, por lo que “en caso de que alguien se diera de baja, sí que habría la posibilidad de que alguna mujer pudiera integrarse en ella”. La Comisión de Blusas y Neskak había tenido conocimiento de esta protesta feminista a través de las redes sociales, por lo que todas las cuadrillas estuvieron atentas para arropar a Jatorrak. Mientras que en el paseíllo de ida no sucedió nada, por el contrario, en el paseíllo de vuelta varias mujeres se encontraban con pancartas a la altura de la Plaza del Arca, por lo que en cuanto aparecieron los blusas de la citada cuadrilla, se les abalanzaron y les golpearon incluso con palos, según han relatado varios testigos que participaban en el paseíllo.
Se nos echaron encima" y uno de los heridos tuvo que ir a urgencias
“Se nos echaron encima y agredieron a varios miembros de la cuadrilla a pesar de que había incluso niños”, señala un blusa de Jatorrak, que revela que el peor parado fue un compañero que fue agredido con un palo a la altura de la mandíbula, por lo que tuvo que ser atendido en Urgencias. Por ello, explica que se ha decidido suspender el paseíllo de ida de hoy para que el colectivo feminista vea que “todos los blusas y neskak de Vitoria están en contra de cualquier tipo de agresión sexista, machista o xenófoba”. Además, recuerda que tras la agresión verbal que sufrió la citada chica, Jatorrak decidió al día siguiente mostrar su rechazo a lo que habían hecho sus integrantes desfilando por las calles de Vitoria sin música y en silencio, porque “lo que haga una persona no representa a toda la cuadrilla”. Mientras, una integrante de la cuadrilla Gasteiztarrak ha revelado que entre las reivindicaciones de las feministas que protagonizaron la agresión destaca su rechazo a que el traje de neska lleve delantal al considerarlo “denigrante para la mujer”. Ante esta situación, Izaga denuncia que el trato que están recibiendo las cuadrillas es “injusto” teniendo en cuenta que “estamos mejorando en la defensa de las libertades” y en el objetivo de evitar que haya agresiones sexuales y sexistas.
Sin embargo, admite que tiene la sensación de que las feministas “no se van a quedar ahí”, dado que, a su juicio, “quieren guerra, aunque no van a encontrar provocación en las cuadrillas”. Por su parte, una de las mujeres que participa en la cuadrilla Gasteiztarrak ha pedido al colectivo feminista que “dejen vivir a la gente en paz”, porque, según critica, “han creado un mal rollo que nos van a estropear las fiestas no solo a nosotros, sino a todo el mundo”. “Las fiestas hay que celebrarlas con alegría y las cosas hay que tomarlas con humor”, sentencia Nahia Acebedo, una joven que ha participado varios años en una de las cuadrillas, quien lamenta que hoy, en lugar de ser un día de alegría es uno de “amargura”.
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