Mas recurre a elecciones anticipadas tras el fracaso de su hoja de ruta

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, firmará este lunes el decreto de convocatoria de las elecciones catalanas del 27 de septiembre. Será la segunda vez consecutiva que Mas recurre a unas elecciones anticipadas en un clima de profundo cambio político en Cataluña a cuenta del proceso soberanista y tras haber fracasado en su intento de celebrar una consulta legal sobre la independencia. Mas firmará un decreto que no hará ninguna referencia al carácter plebiscitario sobre la independencia que el presidente catalán quiere dar a los comicios. Con ello pretende evitar una impugnación por parte del Gobierno, que insiste en el carácter autonómico y ordinario de estos comicios. Convergència espera que una mayoría sólida fuerce una intervención europea en el litigio catalán.

Cataluña vuelve a las urnas tras haber fracasado todos los intentos de Mas para cumplir con su compromiso electoral de 2012 de “impulsar las acciones necesarias para hacer efectiva una consulta al pueblo de Cataluña para decidir su futuro colectivo”. Ese objetivo conllevaba otros tres compromisos detallados en el programa de Gobierno que tampoco se han podido cumplir: la búsqueda del “máximo consenso político y social”, la “construcción” de los marcos legales y el “diálogo y negociación” con el Estado.

Desde 2012, Mas ha ido perdiendo apoyos en el Parlamento hasta el punto de haberse quedado incluso sin sus históricos socios de federación de Unió Democràtica de Catalunya. Todo por el avance del proceso soberanista. Los marcos legales aprobados para permitir la consulta independentista han sido recurridos y suspendidos sucesivamente por el Gobierno y el Tribunal Constitucional. El diálogo institucional ha quedado reducido a la mínima expresión. La última —y única reunión pública— de Mariano Rajoy y Mas esta legislatura acabó hace más de un año sin ningún acuerdo sustantivo. El diálogo entre la Generalitat y el Gobierno se encuentra hoy en vía muerta.

Empresa ambiciosa

La oposición acusa a Artur Mas de haber emprendido una empresa muy ambiciosa sin calcular el poder de un Gobierno del PP con mayoría absoluta. De hecho, el presidente catalán ya adelantó las elecciones de 2012 tras fracasar en su intento de conseguir una nueva financiación para Cataluña similar a la del País Vasco o Navarra, el llamado “pacto fiscal”.

El nacionalismo ha decidido ahora jugarse su proyecto a todo o nada. Convergència, ya sin Unió, se presentará por primera vez con un programa nítidamente independentista, aunque lo hará sin sus siglas. CDC y ERC comparten la candidatura Junts pel Sí, junto a las principales asociaciones independentistas.

El coordinador general de Convergència, Josep Rull, pidió ayer una “mayoría amplia y sólida” para lograr un reconocimiento de la Unión Europea a una eventual Cataluña independiente. En este sentido aseguró durante un acto ante las juventudes de su partido que una Cataluña independiente obtendrá reconocimiento internacional. “Hemos acreditado que hemos utilizado todos los instrumentos legales que tenemos, acreditaremos ante la comunidad internacional que nos vemos obligados a hacer elecciones plebiscitarias porque nos han negado las demás vías que había dentro del ordenamiento jurídico español”. Las últimas encuestas apuntan a un cierto enfriamiento del independentismo los últimos meses, una situación que precisamente han intentado revertir los partidos soberanistas con su lista conjunta. Ahora queda por ver si la candidatura de Convergència y Esquerra sumadas logra mejores resultados que los que consiguieron por separado en 2012.

El primer secretario del PSC y candidato a la Generalitat, Miquel Iceta, aseguró ayer que si la lista Junts pel Sí no logra 70 diputados de un total de 135 será un “fracaso” para sus impulsores. Esta cifra es la que lograron en 2012 CiU y ERC. Para que lo logren será clave que la fuga de voto que implica para CDC su ruptura con Unió se vea compensada por sectores del PSC que han abrazado el independentismo y que se han agrupado en la candidatura de Artur Mas y Oriol Junqueras y que encabeza Raül Romeva.

Renovación total

Más allá de la candidatura Junts pel Sí y de la CUP —desgajada del pacto— ningún otro partido concede a estas elecciones el carácter de “plebiscito” independentista. Con todo, tanto el PP como Ciudadanos centran todo su discurso en la cuestión nacional en un intento de capitalizar el apoyo de los detractores de la secesión. El PSC pelea por un espacio intermedio por el flanco del centro izquierda, mientras que Unió Democràtica, la escisión de CiU, lo hace desde el centro derecha.

Una de las peculiaridades de las elecciones del 27 de septiembre es que no repite ningún candidato de los que se presentaron en 2012. Mas y Junqueras serán el número cuatro y cinco respectivamente de una lista independentista encabezada por Raül Romeva. Miquel Iceta sustituye a Pere Navarro al frente del PSC. Iniciativa, ahora junto a Podemos en Catalunya sí que es pot, tiene como candidato a Lluís Rabell. Xavier García Albiol ha sido elegido en el último momento sustituto de Alicia Sánchez-Camacho en el PP. Inés Arrimadas cubre la vacante de Albert Rivera en Ciudadanos, mientras que en la CUP David Fernández ha dejado paso a Antonio Baños.