Liberada una mujer obligada a prostituirse en el Alt Empordà
Ingresa a prisión su proxeneta, con quien tenía una hija de 8 meses que también ha sido liberada
La Policía Nacional ha liberado a una mujer que era obligada a prostituirse en un club de Hostalets de Llers (Alt Empordà). La mujer tenía una hija de ocho meses con su proxeneta, que ha ingresado en prisión. Un correo electrónico enviado a una dirección del cuerpo policial habilitada para luchar contra el tráfico de personas, puso la policía sobre la pista del caso.
Según fuentes policiales, fue la propia víctima quien alertó que desde hacía cuatro años una familia de nacionalidad rumana la obligaba a prostituirse. La mujer contaba a la policía que en los últimos meses la situación había empeorado porqué sus proxenetas amenazaban con hacer daño a su bebé para obligarla a hacer lo que querían.
La policía abrió una investigación y, una vez comprobada la veracidad de la denuncia, empezaron las pesquisas para identificar a los proxenetas y liberar a la víctima. Los agentes consiguieron liberarla cuando salía del prostíbulo con su proxeneta, cuando éste la trasladaba al domicilio donde vivía con su bebé, que también fue liberado. La policía detuvo al proxeneta y también a dos hermanas suyas que, según fuentes policiales, le ayudaban a controlar a la mujer. El proxeneta ha ingresado en prisión por orden del juez y sus hermanas han quedado en libertad provisional.
Engañada por amor
Según relató la víctima, el hombre la había captado en Rumania cuando ella tenía 16 años utilizando el método del 'Lover boy', seduciéndola hasta establecer una falsa relación sentimental con el único fin de explotarla sexualmente y lucrarse con la actividad. La víctima estableció un fuerte vínculo de dependencia emocional hacia su proxeneta y vivía totalmente engañada.
Cuando cumplió la mayoría de edad, el hombre la convenció para que se trasladara con él al Alt Empordà prometiéndole una vida mejor. Una vez en Figueres, sin embargo, las cosas cambiaron y empezaron las amenazas y la víctima no podía salir sola a la calle ni contactar con su familia en Rumanía. Después de dos semanas de incomunicación total, empezó la explotación sexual en el prostíbulo de Hostalets de Llers con continuas agresiones, amenazas y coacciones para que hiciera lo que quería su proxeneta.
El hombre la mantenía aislada socialmente con la ayuda de sus dos hermanas. Una de ellas controlaba el prostíbulo y la otra, el domicilio familiar, donde la obligaban también a hacer todas las tareas domésticas. La joven era obligada a prostituirse todos los días de la semana sin descanso, durante nueve horas al día. Además, también la obligaban a vender cocaína a los clientes.
La joven debía entregar a su proxeneta todo el dinero que ganaba que servía para sufragar los gastos del alquiler del piso donde vivía todo el clan y también la manutención de todos. Según sus cálculos, durante los cuatro años de explotación sexual, había entregado, bajo amenazas y coacciones, más de 300.000 euros a sus captores.
El año pasado la joven se quedó embarazada de su proxeneta, que la dejó regresar unos meses a Rumanía, donde nació su pequeña en octubre. Tres meses después regresaron al Alt Empordà donde siguieron forzándola a prostituirse y acrecentando las amenazas utilizando al bebé, que no le dejaban ver. El miedo a que le pudiera pasar algo a su hija hizo que la víctima decidiera denunciar los hechos a la policía.
La Policía Nacional cuenta con el teléfono 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es a disposición de aquellas personas que, de forma anónima y confidencial, quieran denunciar cualquier delito de tráfico de seres humanos con finalidad de explotación sexual.
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