El Cabanyal tendrá un nuevo plan urbanístico tras 17 años de conflicto
El Ayuntamiento encargará la redacción de un planeamiento respetuoso y de consenso Valencia refinancia más de la mitad de su deuda para disponer de más presupuesto El Gobierno local crea la Oficina de la Bicicleta, encargada conservar la red de carriles
El castigado barrio de El Cabanyal-Canyamelar, de Valencia, tendrá un nuevo plan urbanístico que no expolie su patrimonio histórico-artístico y sea fruto de un amplio proceso de participación pública. El Gobierno local, integrado por Compromís, PSPV-PSOE y València en Comú, llevará el próximo viernes al primer pleno municipal del mandato -previsto el próximo viernes- una moción con la hoja de ruta para rehabilitar un barrio muy degradado tras años de abandono oficial y conflicto vecinal.
La moción era tan esperada que la Junta de Gobierno ha aplaudido a puerta cerrada tras aprobarla, ha descrito el alcalde de Valencia, Joan Ribó. El Consistorio -la moción parte con el respaldo de la coalición de gobierno y de Ciudadanos- desistirá del plan urbanístico aprobado por el anterior Gobierno de Rita Barberá, que derribaba más de 1.000 casas para ampliar la avenida de Blasco Ibáñez hasta la playa. Luego instará a la Generalitat a que lo derogue y "para garantizar la transición" creará unas normas urbanísticas temporales que deberán ser validadas por Territorio.
El siguiente paso será encargar al área de Urbanismo, que coordina el socialista Vicent Sarrià, un nuevo plan urbanístico e iniciar "con urgencia" la rehabilitación de viviendas de protección pública. "Es un acuerdo importante que cambia toda la política urbanística en El Cabanyal. Estoy seguro de que en pocos años tendremos un barrio encantador", ha añadido el alcalde.
Sobre El Cabanyal-Canyamelar, uno de los barrios más pintorescos de Valencia, se ha cebado la degradación, sobre todo al final de los gobiernos de Barberá. El propio Ribó lo ha descrito: "Han confluido todo tipo de problemas, desde la acumulación de chatarra en viviendas ilegales, a la suciedad y la degradación de la convivencia, por lo que son necesarias unas normas para que, por ejemplo, no se pueda hacer fuego de campamento en la calle a las dos de la madrugada".
"Son necesarias normas para que, por ejemplo, no se haga fuego de campamento a las dos de la madrugada en plena calle", dice Ribó
El alcalde se ha referido veladamente a la facilidad con que se ocupaban de inmediato e ilegalmente las casas que el Ayuntamiento de Valencia compraba en la zona. "Pasaban cosas como que, cuando el Ayuntamiento compraba una casa, no sé bien el motivo de que a los pocos días fuera ocupada", ha explicado.
El nuevo equipo de gobierno ha puesto en marcha un plan de urgencia para reforzar la seguridad ciudadana y la limpieza del barrio como solicitaban los vecinos y comerciantes del barrio marinero.
Jordi Peris, portavoz adjunto del Gobierno, ha precisado que la financiación para la rehabilitación de viviendas estará lista el próximo otoño y procederá de los fondos europeos que gestiona el Ministerio de Hacienda. El primer teniente de alcalde de Valencia, Joan Calabuig, ha insistido en que la intención del Consistorio es también dar seguridad a las personas que inviertan en El Cabanyal.
Refinanciar la deuda
El Gobierno local ha decidido además refinanciar 370 de los 730 millones de euros en que se cifra la deuda municipal en la actualidad para elaborar unos presupuestos en 2016 más expansivos en materia de inversiones y también para hacer frente a los pagos.
La coalición de gobierno considera "más importante que pagar rápidamente a los bancos, dedicar más recursos a los que viven y trabajan en la ciudad". Según Ribó, los 730 millones de deuda heredada de Rita Barberá representan un 93% del presupuesto. "Es una cantidad muy elevada que ha sido un hándicap fundamental a la hora de poder invertir en la ciudadanía".
La refinanciación de los 370 millones de euros acordada tiene un doble objetivo, ha precisado Ribó, "reducir el porcentaje de los intereses" que se pagan y "plantear una amortización a 10 años con un año de carencia".
Respecto a los intereses, el alcalde ha precisado que se persigue bajar los intereses actuales, de entre un 3 y un 4%. Con la operación, el Ayuntamiento pasará en 2015 de amortizar 91 millones a 60, lo que le permitirá disponer de 21 millones más para el pago de servicios y proveedores. En 2016 se pasarán de 80 millones de amortización a 50 y se liberarán otros 30 millones de euros adicionales.
Ribó ha comentado que había posibilidad de "ir a dos años de carencia" que "permitían los bancos", pero ha aseverado que "no se ha hecho por el corsé de Montoro", en alusión al ministro de Hacienda del Gobierno de España.
"Es una buena noticia a la hora de empezar a plantearnos los presupuestos municipales del año próximo porque permitirá hacer más cosas y avanzar en el servicio a los ciudadanos", ha expuesto el alcalde.
Las facturas pendientes de pago del anterior Gobierno ascienden a fecha de hoy a 24 millones de euros, de los que 17 corresponden a expropiaciones y 7 a facturas comerciales.
El Gobierno local ha aprobado la creación de la Oficina de la Bicicleta, que se encargará de la conservación de las decenas de kilómetros de carriles-bici repartidos por la ciudad.
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