Goia baraja recuperar la procesión de la Salve en las fiestas donostiarras
El alcalde de San Sebastián propondrá al resto de partidos repetir el cortejo de autoridades que dejó de celebrarse en 1995 porque era un foco de incidentes
El alcalde donostiarra, Eneko Goia (PNV), ha abierto el debate sobre la recuperación de la procesión cívico-religiosa de la Salve durante las fiestas de la Semana Grande, un acto que el exalcalde socialista Odón Elorza decidió suspender en 1995 debido a los graves incidentes que en los años anteriores solían provocar los radicales. “No es una cosa que me desagradaría recuperar", ha manifestado esta mañana en una entrevista en Radio San Sebastián, dela Cadena Ser.
Goia planteará al resto de los grupos políticos locales si son partidarios de volver a celebrar el tradicional cortejo de autoridades que solían recorrer los miembros de la corporación y el lehendakari desde la Casa Consistorial hasta la basílica de Santa María, por una de las principales calles de la Parte Vieja de San Sebastián.
Celebrar la comitiva de la Salve "sería un síntoma de normalidad, un signo de los nuevos tiempos, pero no hago un absoluto de todo ello”, ha declarado el regidor donostiarra.
En 1995, Elorza decidió suspender la tradicional comitiva de autoridades que cada 14 de agosto precedía a la celebración religiosa, el acto más tradicional de las fiestas de la capital guipuzcoana. El fin de la medida, que fue entendida como una cesión a los partidarios de la violencia, era evitar la lluvia de monedas, piedras e insultos que caían sobre las autoridades autonómicas, provinciales y locales del País Vasco durante el desfile. El año anterior, 16 personas habían resultado contusionadas y media docena de jóvenes fueron detenidos durante los altercados callejeros. El pasado año, el lehendakari Ibarretxe fue abucheado por una treintena de independentistas que pedían el regreso de los presos de ETA a Euskadi cuando abandonaba la basílica de Santa María.
En 2000, el PP solicitó a Elorza que estudiase la posibilidad de retomar el acto cívico, pero la petición de María San Gil, entonces teniente de alcalde y presidenta del PP guipuzcoano, ni siquiera fue sometida a trámite. Esta muy fresco en el recuerdo los desagradables episodios que se habían vivido durante3 los 12 últimos en que se celebró el paseo previo a la Salve. Las autoridades locales y autonómicas asistentes tenían que ser protegidas por cientos de policías frente a los intentos de lapidación a manos de grupos de seguidores de Herri Batasuna.
Goia no cierra ahora la puerta a rescatar una tradición que estaba casi olvidada. Expondrá la propuesta de celebrar la Salve en una reunión con todos los portavoces municipales y solo se incluirá en el programa festivo si hay un "amplio consenso" político.
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