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Cae una red que obligaba a diez mujeres a prostituirse en Manresa

Eran captadas bajo falsas promesas laborales Los secuestradores llegaron a retirarles la comida para obligarlas a mantener sexo

Alfonso L. Congostrina

La Policía Nacional ha desarticulado en Manresa a una organización criminal que se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres. En la operación, que comenzó el pasado 9 de junio, liberaron a diez mujeres y se ha arrestado a seis miembros del clan que las explotaba. El líder de la organización es un hombre de origen ucraniano que dirigía el grupo junto con su novia y su hermana.

Según fuentes cercanas al caso, las mujeres eran captadas mediante falsas promesas de trabajo, posteriormente eran prostituidas e incluso se las llegó a encerrar y a privar de alimentos.

Una mujer de nacionalidad española denunció haber sido víctima de la organización. Fue engañada y trasladada desde Valencia a Manresa con una falsa oferta de trabajo. Al llegar a la ciudad catalana la obligaron a ejercer la prostitución y como se negó a ello le retiraron el alimento hasta que accedió a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.

La organización captaba a sus víctimas mediante anuncios en prensa e internet. Algunas eran inmigrantes sin papeles lo que suponía una situación de vulnerabilidad que aprovechaba la organización para obligarlas a ejercer la prostitución.

Las mujeres eran explotadas en pisos clandestinos donde vivían encerradas las 24 horas del día y controladas por los miembros del grupo organizado a través de cámaras de vídeo que había instaladas en los pisos.

Desde 2008 se habían gastado cerca de 75.000 euros en anuncios en un periódico local. Los beneficios se habrían invertido en inmuebles de Manresa y enviado a Ucrania.

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El operativo policial se saldó con la detención de todos los miembros de la banda, cinco en Manresa y uno en Barcelona, a los que se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, proxenetismo y delitos contra los derechos de los trabajadores. En los registros se intervinieron más de 75.000 euros, 11 teléfonos móviles, tres ordenadores, joyas y diversa documentación relacionada con la actividad delictiva.

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