Danza a varias voces

En la escena de la danza internacional la compañía holandesa Nederlands Dans Theater (NDT) es un referente de excelencia. Bailarines virtuosos y coreógrafos estrella de fama internacional garantizan una calidad que se mantiene desde su fundación en 1959, por encima de los egos de los artistas que pasan por su casa. Los actuales coreógrafos residentes, el inglés Paul Lighfoot y la cordobesa Sol León presentan desde mañana y hasta el domingo sus obras Schmetterling (Mariposa) y Sehnsucht (Nostalgia) en el Teatro Real.

Cuando Paul Lightfoot era un chico, soñaba con ser actor. Una presentación del Ballet Nacional Inglés lo sedujo a los once años para que se interesara por la danza. “Era un niño de campo y me gustaba pensar que iba a tener un teatro de marionetas”, evoca el coreógrafo que desde 2011 ejerce también la función de director artístico de NDT. Lightfoot (1966) nació en el pueblito inglés de Kingsley, a casi 2400 kilómetros de distancia de Córdoba, donde creció Sol León y que de manera paralela al inglés perseguía asimismo su sueño de ser bailarina. “Empecé en el conservatorio de Carmen Roche, con una dedicación tremenda” recuerda la cordobesa. Lightfoot por su parte se formó en el Royal Ballet School. “En el Royal al principio me dijeron que era muy bajito. Pero el médico de la escuela me aseguró que crecería en seis meses. Y así fue, al medio año ya estaba como una jirafa”, menciona el bailarín entre risas.

León y Lightfoot llegaron por caminos diferentes a NDT, él en 1985, ella en 1989. Han bailado en numerosas obras juntos y desde 2002 trabajan como coreógrafos residentes de la compañía. “Sol y yo empezamos a crear juntos casi como un juego”, recuerda el coreógrafo. Por su parte León afirma: “Crear entre dos hace las obras muy completas, mi visión complementa la de Paul y viceversa”.

A diferencia de compañías de danza cuya identidad gira alrededor de un solo creador, como la compañía de Martha Graham, o la agrupación sueca Cullberg Ballet que fundara Birgit Cullberg, o la compañía de la alemana Pina Bausch que falleciera hace seis años, la continuidad creativa y la permanencia en el tiempo de NDT están garantizadas porque la compañía no fue fundada para desarrollar la visión artística de un solo creador. “NDT siempre ha sido un lugar para la coreografía",  afirma León. “Aunque es duro decirlo, pero no todas las compañías tienen que sobrevivir. Precisamente de eso se trata la danza, un arte efímero. Es disfrutar algo muy bello por un momento. Como una mariposa tiene su tragedia y su belleza”, reflexiona Lightfoot. De esta manera la agrupación ha visto pasar desde su fundación a grandes nombres que le han dado a NDT una identidad temporal. “En los setenta Hans van Manen nos regaló un estilo particular. Los ochenta y noventa, durante 20 años, fueron una gran época con Jiri Kylián, que fue el primero en llevar el cargo de director artístico. La transición después de Jiri fue difícil, sin embargo, él mismo nunca estuvo de acuerdo en que se identificara a NDT con su creación”, resume el coreógrafo.

La compañía la integran dos agrupaciones: NDT 1 de la que hacen parte 28 bailarines con una trayectoria profesional de años y NDT 2, con 16 bailarines jóvenes entre 18 y 21 años. Además de Lightfoot y León, trabajan también en la parte creativa dos coreógrafos asociados con un contrato por tres años y un grupo de otros 12 coreógrafos que crean anualmente obras para NDT. Asimismo existe una directora ejecutiva Janine Dijkmeijer que vela por el buen desarrollo de todas las producciones de la compañía. “Lo que define a NDT es un lenguaje físico virtuoso. Nuestros bailarines gozan de la posibilidad de trabajar con los mejores coreógrafos del mundo y de desarrollar un cuerpo versátil que se acomoda rápidamente a diferentes lenguajes de movimiento”, explica Dijkmeijer.

Algunas de las estrellas de la coreografía que crean actualmente para la compañía son la israelí Sharon Eyal o el sueco Alexander Ekman. “Una vez que saltas aquí como coreógrafo, ya empiezan a llamarte de otras compañías”, dice Lightfoot y continua, “yo elijo a artistas cuyo trabajo es muy distinto entre sí. Todos tienen mucha calidad, pero cada uno su propia visión”. Las obras Sehnsucht y Schmetterling que presentará el Teatro Real han girado por teatros de todo el mundo. “Estas obras hablan del tiempo y la intimidad”, zanja León.