Una terraza marciana
La programación veraniega de Casa Encendida está inspirada en el planeta Marte
A las diez de la noche el sol comienza a ponerse en el barrio de Lavapiés. Las altas temperaturas y la sensación de sofoco dan cierto respiro. En la azotea de La Casa Encendida hasta corre algo de brisa. El lugar perfecto para su programación estival: Cine en la terraza (todos los sábados del verano) y Sundays (domingos).
“Esta terraza tiene algo mágico”, dice Lucía Casani, nueva directora de la institución, con una peluca verde fosforito. Una apariencia un poco marciana. Va así en alusión a la temática de los conciertos y las proyecciones de año: Marcianadas. El cine empezó en esta castiza azotea en 2005 por lo que LCE cumple una década de actividades veraniegas a cielo raso. “Sigue siendo un lugar íntimo y, para muchos, desconocido”, apunta Casani, que en esa época comisariaba los ciclos de cine. Esa labor la realiza ahora Beatriz Navas: “La idea era un ciclo de cine paralelo a la exposición Arstronomy y trabajar con películas que valoraran al marciano como ser; que contaran problemáticas sociopolíticas similares a las de los humanos”.
Así, la selección (ocho película) es de lo más dispar: desde una película rusa de los años veinte —con banda sonora en directo a cargo de Akasha y Losúper— hasta Extraterrestre, de Nacho Vigalondo. “No podía faltar en un ciclo de estas características”, suelta con entusiasmo Navas, “[Vigalondo] ha abierto nuevos caminos y continua la herencia de los grandes autores de la ciencia ficción”.
También estará, por partida doble, Mark Pilkington, codirector de Mirage Men. Será el 18 y el 19 de julio en calidad de director y músico. “No es muy conocido, pero está muy conectado con el underground inglés. Su música se inspira en el ocultismo y en transmisiones interplanetarias”, cuenta Andrés Noarbe, a cargo de la música de los domingos.
Por el escenario de la terraza pasarán la dj alemana de techno Dasha Rush; los inventivos Los Caballos de Düsseldorf; el conocido coleccionista de sintetizadores y amante del electro Alek Stark, o el reconocido artista alemán Felix Kubin, referente del sci-fi pop más enloquecido. Un total de nueve conciertos “inspirados por Marte”, dice Noarbe.
Mañana se proyecta la insólita película del músico de jazz Sun Ra, Space is the place. Una maravillosa anomalía de los setenta, que mezcla blaxploitation, ciencia ficción y efectos especiales de andar por casa. El domingo, la rusa Lydia Kavina mostrará su arte tocando el theremin, es una de las mayores experta mundiales. ”Castizamente utilizamos el término marciano para referirnos a cosas raras y extrañas”, concluye Noarbe, “y la mayoría de grupos de este ciclo tienen ese componente; parecen de otro planeta”.
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