Mulafest da el estirón
El festival de cultura urbana de Madrid crece este año agregando una más que interesante programación musical. La abren hoy los misteriosos Rhye, esa banda de la que nadie parecía saber demasiado hasta ahora
Todo festival, como todo gran relato, necesita un misterio y una revelación. El apartado musical de Mulafest tiene ambos elementos conjugados en un nombre: Rhye, un dúo que ha revolucionado la escena alternativa sirviéndose de una canciones sutiles y elegantes que son una revelación. Y del misterio que envuelve las personalidades e incluso el sexo de sus miembros, sobre todo, el de su vocalista, Mike Milosh.
“Me llamo Mike, demonios, tampoco es tan complicado deducir si hombre o mujer”. Mike Milosh es un señor con nombre de señor que canta con una voz que podría ser de señora. “Es mi tono, pero tampoco debo ser el único en la historia con este registro”. A Mike, que es el vocalista de Rhye, un dúo de música sofisticada, de electrónica que suena jazz, le comparan constantemente con Sade, una mujer que vendió una barbaridad de discos en los años ochenta y cuya música tenía el similar aire fino que la de Rhye, aunque eran otro tiempos. Así, lo que en Sade era pop para yuppies, lo de Rhye es hoy música alternativa perfumada y con ambición. “Vale, tengo un tono similar, pero insisto: me llamo Mike. Solo había que entrar en Google y teclear mi nombre completo”.
Rhye actúa hoy a las 21.15 en el escenario Desperados de Mulafest.
(IFEMA (Parque Ferial de Madrid).
Entradas a partir de 25 euros. mulafest.com
Al otro lado de la línea telefónica, desde su casa en Los Ángeles, el cantante relata cómo vive el hecho de que más de dos años después de la irrupción de Rhye en el panorama musical, exista un importante contingente de gente que llega a sus conciertos y no da crédito al ver que quien se sitúa tras el micrófono es un hombre.
Toda la culpa, al parecer, es de un redactor de la web de cotilleos que dirige Pérez Hilton. Fue el primero en celebrar la maravillosa voz del cantante de Rhye. Los demás, llegaron al minuto y en tropa. “Al público aún lo puedo comprender", interviene de nuevo Molish, quien, curiosamente, no parece nada cansado del tema. “La audiencia puede confundirse, pero que lo haga la prensa, o incluso gente de la industria, me parece realmente terrible. Y eso ha pasado, y sigue pasando”.
En realidad Mike es un músico canadiense que toca el chelo desde los tres años y que lleva más de una década editando discos bajo su propio nombre en su país natal y en Berlín, ciudad en la que residía cuando entró en contacto con Robin Hannibal, otro semiveterano de la escena. Este danés formó parte del dúo de electrónica Quadron.
En 2010, mientras Robin andaba dándole vueltas a lo que debía ser la siguiente referencia de Quadron, alguien le habló de un cantante y compositor norteamericano que vivía en Berlín. Un hombre con un timbre único, casi femenino. “Compré el billete hasta Copenhague, donde estaba Robin, y sacamos música muy rápidamente. Era algo especial y único, debía ser nuestro, no valía para un proyecto existente”, recuerda Milosh, quien invirtió gran parte del poco dinero que le quedaba en el banco en aquellos momentos en volar hasta la capital danesa. “La mejor inversión que he hecho nunca”, celebra hoy.
Prácticamente toda esta información está en la Red, pero... “Solo porque en las fotos no enseñamos nuestras caras y en los vídeos no salimos nosotros ya se nos califica como el mayor enigma desde no sé quién. Resulta que somos dos tipos que aparecen de la nada, dos misterios andantes. Y todo eso con nuestros nombres bien redactados en la página desde la que se puede descargar la música o ver el vídeo. Lo único que jamás desvelaremos es porqué el grupo se llama así”.
Siente el músico que, de alguna manera, se ha tratado de adulterar el proceso —dotándolo de un falso relato— por el que Rhye se ha convertido en una interesante realidad dentro del panorama de la electrónica que no se baila, si acaso se llora. Todo gracias a un disco, Woman (es que van provocando), editado en 2013, lleno de sexo implícito y de canciones sobre enamorarse de chicas que viven en Los Ángeles. Se mudaron a esa ciudad. Milosh se casó con la actriz Alexa Nikolas (coprotagonista de la serie Zoey), no solo su musa, sino la mujer que le ayuda a comprar los billetes de avión, le acompaña en las giras —Robin no aparece en el formato actual en directo, que incluye cuerdas, piano y batería— y ha propulsado su proceso creativo de tal modo que, mientras Rhye se hacía grande, Milosh lanzaba un disco en solitario, Jetlag.
Solo porque en las fotos no enseñamos nuestras caras y en los vídeos no salimos nosotros ya se nos califica como el mayor enigma desde no sé quién.
Cuenta la leyenda que son miles quienes están ahora mismo engendrando hijos con la música del dúo como banda sonora. “Mientras al niño le pongan Rhye o nuestros nombres, todo bien”, bromea el cantante.
El festival de día
La parte diurna del festival que se celebra en IFEMA hasta el domingo está llena de planes para explorar la cultura callejera.
'Customiza' tu vida. Talleres para personalizar camisetas (27 de junio a las 13.30 y 28 a las 16.00) o tablas de skate (27 a las 16.00 y 28 a las 17.00).
Grafitis para todos. Exhibiciones diarias (27 a las 18.30 y 28 a las 13.30) del arte de pintar las paredes.
Robots e impresoras 3D. Los Hacedores, escuela de fabricación digital, organiza talleres sobre robótica o montaje de impresoras 3D.
Pasacalles 'brasileiro'. La banda Bloço do Baliza animará el Mulafest (27 a las 16.30). También organizan un taller de batucada (27, 12.30).
Streetworkout. O cómo ponerse cachas a base de entrenar en parques y calles. Hoy hay muestras a las 13.00; a las 17.30 y a las 19.30.
Muestra de derrapes. Exhibición, en el urban park, de expertos de slalom y derrapes (hoy a las 13.00).
Dice el vocalista que, en esta gira que hoy les trae a Mulafest, el grupo que le acompaña le ha hecho entender la música de otra manera. Lo que eran guitarras ahora son chelos, y lo que era electrónica, parece que será orgánico. “Creo que me ha pasado algo extraño. Lo he pensado y el nuevo disco debe sonar como nuestros directos”. De la ecuación Milosh parece haber quitado a su compañero, pero construye el discurso emocional en plural. “Todo girará alrededor de Alexa. No puedo escribir sobre nada que no sea ella”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.