‘Les Fogueres’ desbordan una Alicante con olor a pólvora
La ciudad aloja este fin de semana a un millón de personas y ultima los retoques de 180 monumentos que arderán el próximo día 24
Alicante hierve en su bienvenida al verano. Casi un millón de visitantes y vecinos alicantinos se espera que pateen sus calles en un fin de semana de fiesta en el que los hoteles han colgado el cartel de completo. Incluso Renfe ha doblado la capacidad de pasajeros en sus trenes con destino a una ciudad que retumbará cada mediodía a las dos, a ritmo de mascletada y hasta el próximo 24 de junio. Esa noche 182 monumentos construidos a los largo de todo un año arderán en una tradición de la que se tienen noticia documental desde hace casi 200 años. Son las Hogueras de San Juan.
Artistas de talleres artesanos locales, también venidos de las Fallas valencianas, ultiman este sábado los remates de las distintas fogueres, como se las conoce en valenciano, en todos los barrios alicantinos. El centro urbano, sin coches, es tomado por el peatón. Las barracas, espacios privados, se mezclan con los racós, que son públicos, donde manchegos, murcianos, madrileños y también valencianos degustan con los alicantinos las tradicionales coca amb tonyina (coca de atún) i bacores (brevas) , y se entregan a un caos que se desliza por calles en las que cunde el olor a pólvora mientras suenan la dolçaina i el tabalet.
Qué hacer en Hogueras
8:00 am. La despertà. Todas las mañanas bandas de música dan los buenos días a los barrios.
13:00 horas. Nanos i Gegants. Los días 22, 23 y 24, pasacalles entre el Ayuntamiento y la plaza de Los Luceros.
14:00 horas. La plaza de Los Luceros retumba con atronadoras mascletadas.
19:00 horas. La Ofrenda de Flores, un desfile de trajes y música tradicionales, recorre el centro el domingo y lunes. Toros. Sábado, 20: Finito de Córdoba, Paquirrín y El Fandi. Domingo, 21: Fermín Bohorquez, Andy Cartagena y Lea Vicents. Lunes, 22: Borja Álvares, Ginés Marín y Verea. Martes, 23: Morante de La Puebla, El Juli y Alejandro Talavante.
20:30 horas. Desfile Folclórico Internacional (martes 23)
22.00 horas. Comienzan a calentarse las verbenas y barracas donde se bebe y come bacores i coca amb tonyina.
00.00 horas. Arribada del Foc, espectáculo de luz, sonido y pirotecnia (sábado 20). La cremà i la banyà ocurre la noche del 24. 182 monumentos arderán por toda la ciudad. Es tradición increpar a los bomberos para que mojen también a los espectadores.
Las mañanas comienzan con la despertà cada día a las ocho. Bandas de música recuerdan que hay que comenzar el día en unas fiestas consideradas de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial. Los alicantinos preparan durante todo un año monumentos en los que se mezcla la crítica política, el sarcasmo y el costumbrismo local. Apenas duran cuatro días en pie, antes de arder en un rito de purificación que se extiende espontáneamente por muchos puntos de la costa española en la noche de San Juan. La diferencia es que estos ritos en Alicante movilizan 10 millones de euros, según un estudio de la Universidad de Alicante.
En la plaza del Ayuntamiento ya se alza la Foguera Oficial bajo el título 38º20’N-0º29´, las coordenadas donde se encuentra el fuego y el mar, según Pedro Espadero, el artista elegido este año para plantar el monumento fogueril más insigne. Dos cabezas de ocho metros simbolizan el mar y Alicante, a cuyas costas han arribado distintos pueblos desde la Antigüedad.Todo una alegoría de la vida mediterránea que se alza 20 metros sobre 8 toneladas de madera y que será la primera en arder la medianoche del día 24.
Le sucederan el resto de fogueres. Como todo ciudadano, los artistas no se han quedado indiferentes ante un 2015 plagado de elecciones políticas y el fin del bipartidismo es la temática política que más se deja ver entre los ninots que empiezan a plantarse por la ciudad. Hasta que estos ardan uno solo puede abandonar la ciudad o entregarse al ruido y el insomnio alegres, casi no hay término medio. Todos los mediodías a las dos, la plaza de Luceros vibra ante cientos de personas con los estruendos de la mascletada. Las familias con más arraigo se visten con los tradicionales trajes de la huerta alicantina, ellas de belleses, ellos de zaragüels. Las calles son un museo del arte efímero y se suceden los paseos para ver las fogueres de categoría especial, las más espectaculares y en las que los vecinos invierten entorno a los 60.000 euros. Todo para verlas quemar entre lágrimas de emoción en la noche popularmente conocida como la cremà.
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