¿Qué dejan en Barcelona los grandes eventos?
Cuestionados por la futura alcaldesa, Ada Colau, analizamos el impacto de la F1, el Mobile, el Torneo Conde de Godó y los Juegos de Invierno
La Fórmula 1
La futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha señalado ya la aportación de cuatro millones de euros anuales que realiza desde 2012 el ayuntamiento al Circuit de Barcelona-Catalunya como una de las partidas que revisará. No es la primera vez que se ponen en cuestión los fondos públicos que van a Montmeló. En 2011, en plenos recortes sociales, el Gobierno de CiU planteó al Ejecutivo valenciano compartir el Gran Premio de Fórmula 1 para reducir costes. El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, defendió que debía ser el sector privado quien asumiera esas aportaciones. El Circuit ha renovado el contrato de la F1 hasta 2019, lo cual exige un presupuesto que ronda los 34 millones de euros. La sociedad que gestiona el equipamiento recibe unos 12 millones de euros: seis de la Generalitat, cuatro del Ayuntamiento de Barcelona y dos de la Diputación. El circuito defiende esas aportaciones por su impacto económico, que estima en 332 millones de euros. De éstos, 188 millones son generados por el Gran Premio de España. Con todo la experiencia de Valencia demuestra que un evento de este calibre también puede salir mal: allí costó casi 60 millones a la Generalitat. Luis Vives, profesor de Esade, recuerda que el Gran Premio es un “escaparate” para las marcas Barcelona y Cataluña.
Mobile World Congress
Dejaron Cannes por una cuestión de espacio y ya llevan una década en Barcelona. El congreso más importante del mundo de telefonía móvil (Mobile World Congress) apabulla por sus cifras: 93.000 visitantes y un impacto económico de 436 millones de euros en cuatro días. Colau cuestiona aspectos del evento, pero ha firmado una oferta para lograr que la feria siga más allá de 2018. Las condiciones que ofrece el Ayuntamiento para que el Mobile siga no son públicas, pero la organización siempre ha manifestado “su buena relación con la ciudad”. Tanta que además del congreso, se apostó para que la ciudad mantuviera todo el año el apellido mobile. Proyectos en educación y salud son la parte más visible, además del centro Mobile Center en plaza de Catalunya. “El congreso llegó en 2006, dedicado a la industria móvil. Con los años y desde que el móvil es la puerta de Internet, la importancia estratégica es incalculable”, subraya el profesor del IESE Javier Zamora. “Ahora mismo son los Juegos Olímpicos de Internet. Pone a Barcelona en el mapa de muchos altos directivos e industrias”.
Barcelona Open Banc Sabadell-Torneo Conde de Godó
El torneo de tenis que cada primavera se celebra en la ciudad contaba hasta este año con una subvención por parte del Ayuntamiento de Barcelona de un millón de euros, una aportación que desde este mismo marzo se ha convertido en un contrato de patrocinio. El consistorio entiende que esta fórmula se adapta mejor porque supone invertir en el posicionamiento de la “marca Barcelona”. El patrocinio también es de un millón de euros anuales y se ha firmado por cuatro años. El torneo tiene un presupuesto de 10 millones de euros (6,6 de patrocinios; 1,5 de ingresos de televisión y 1,6 por venta de entradas), contempla dos millones en gastos de organización y montaje; y tiene un impacto económico en el extranjero de dos millones, según explicó el presidente del Real Club de Tenis Barcelona, Albert Agustí, el pasado abril. El torneo emplea a 570 personas, da 2,5 millones de euros en premios, tiene 80.000 asistentes y 28 millones de espectadores, la mitad en España. Y el superávit, “mínimo”, se reinvierte en el Real Club Tenis Barcelona.
Candidatura Barcelona-Pirineos a los Juegos de Invierno 2026
El programa electoral del alcalde en funciones, Xavier Trias, hablaba de “continuar trabajando en el proyecto de Candidatura Olímpica Barcelona como un proyecto de apoyo al Pirineo”, sin precisar fecha. Una estimación oficial realizada en 2013 pensando en los juegos de 2022 presupuestaba el gasto en 2.683 millones de euros, que supondrían un impacto total sobre la economía catalana de 9.400 millones y 81.000 empleos entre 2016 y 2022. El profesor del IESE Antonio Dávila explica que analizar el impacto de este tipo de eventos es muy complejo: “Para hacer estimaciones de impacto hay que basarse en suposiciones”. Por ejemplo, ¿cómo saber si los turistas están en una ciudad por un evento o de vacaciones? Dávila considera que las administraciones deberían valorar invertir en su marca “dentro de una estrategia de posicionamiento en un sector que te distingue. Como el deporte, por el que Barcelona ha apostado”. El experto cree que “es que es necesario tener una estrategia global” y alerta de que que “cualquier cambio tiene un riesgo y habría que buscar otra estrategia: no puedes prescindir sin remplazar”. Dávila añade que las administraciones deberían “analizar el retorno de sus inversiones en eventos, exigirlo y negociar más”.
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