La colaboración público-privada en el deporte

En las pasadas elecciones municipales ciertos partidos emergentes llevaron en sus programas la recuperación de instalaciones públicas deportivas construidas y gestionadas por la empresa privada y la eliminación de nuevas externalizaciones sin haber analizado a fondo las ventajas que aportan y, sobre todo, sin informar a la ciudadanía que la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) señala en su articulado las causas y efectos de resolución de un contrato de concesión de obra pública y, siempre y cuando la misma no sea por causa imputable al concesionario, lo que dicha supresión supone para la Administración: indemnizar al concesionario por los daños y perjuicios que se le irroguen.

La mayoría de inversiones en los últimos años fueron de empresas privadas mediante la figura contemplada en la LCSP “concesión de obra pública”. El adjudicatario asume la inversión de la obra y todos y cada uno de los costes derivados de su puesta en funcionamiento. A cambio se responsabiliza de su gestión integral el número de años establecidos en el contrato, asegurando el acceso a la ciudadanía sin discriminación alguna y con precios públicos.

El Abono Deporte Madrid cuesta 47,45 euros al mes

El Abono Deporte Madrid cuesta 47,45 euros al mes (abono adulto sin las bonificaciones previstas en la ordenanza fiscal), tanto si el centro deportivo está gestionado por el Ayuntamiento como si lo está por una empresa privada. Da derecho a diferentes prestaciones, entre ellas: acceso a las piscinas, a la sala de musculación, gratuidad en la cuota mensual de la primera actividad deportiva dirigida, etcétera.

El análisis comparativo entre ambos modelos de gestión muestra que la privada, al mismo precio, suele permitir el acceso a más actividades deportivas, contemplando la “conciliación laboral-familiar” y no restringiendo la realización de las mismas a días y horarios concretos, tal y como sucede en la gestión del Ayuntamiento.

¿Qué modelo ofrece más prestaciones deportivas y sociales? En Madrid existen parcelas dotacionales de uso deportivo. La empresa privada, o las juntas de distritos, están realizando estudios socioeconómicos para analizar su viabilidad en términos de sostenibilidad. Entre otras, sujetas hoy a información pública, dos iniciativas privadas.

¿Están capacitados los Ayuntamientos para invertir y gestionar centros deportivos municipales?

En el Ensanche de Vallecas, unos 15.000 metros cuadrados en los que se podrían construir, cumpliendo con la normativa urbanística, diferentes espacios deportivos. La inversión, sin IVA, unos ocho millones de euros, la TIR (Tasa Interna de Rentabilidad) más del 10%. Sin coste alguno para el Ayuntamiento, permitiría, además, establecer un canon anual a beneficio del mismo. ¿Mejor dejar al Ensanche sin espacios deportivos porque no hay capacidad de inversión pública por la deuda municipal?

Otra: la construcción del Estadio de Atletismo Vallehermoso. Actualmente Madrid no dispone de un estadio homologado por la Federación Internacional de Atletismo para celebrar competiciones internacionales. Un estadio con capacidad para 5.000 espectadores supone una inversión, antes de impuestos, de unos 15 millones de euros. La gestión del mismo es deficitaria. El posible inversor obtendría cierta rentabilidad si se le permitieran incluir en su proyecto usos asociados, contemplados en la normativa urbanística, cuya gestión compensaría las pérdidas derivadas con parte de los beneficios obtenidos.

Tras un estudio sobre oferta y demanda se proyectó una residencia universitaria, con uso preferente para deportistas federados y estudiantes de educación física. La inversión, sin IVA, unos 30 millones de euros, la TIR más del 7%.

En el deporte, desde su aspecto lúdico-higiénico pasando por la tecnificación hasta el alto rendimiento, la colaboración público-privada es la única vía para acometer dichas inversiones y prestaciones sociales en pos de un bien mayor que los intereses “idealistas” expuestos de forma poco responsable en los programas electorales.

¿Están capacitados los Ayuntamientos para invertir y gestionar centros deportivos municipales? ¿Es mala la colaboración público-privada? ¿Sería mejor no hacerlo y dejar a la ciudadanía sin instalaciones donde hacer deporte o donde hacerlo sin las debidas condiciones?

Eduardo Ayuso Canals y Begoña Gil Sagredo son consultores deportivos en Coliseum Management.