Los largos tentáculos del ‘Johnny’
El libro ‘La leyenda del templo’ es la historia de un colegio mayor que se convirtió en un experimento cultural
En 2011, Daniel Ortíz y Talía Casado viajaban por el profundo Sur norteamericano rastreando las huellas del blues cuando realizaron el descubrimiento que iba a cambiar algunas cosas en su vida: “Con 46 grados a la sombra entramos a refugiarnos en un pueblo minúsculo Clarksdale, en Mississippi”, recuerda Ortiz. “Entonces vimos un museo dedicado al blues del delta, que resultó ser una joya. Cuando ya nos íbamos, Talía me llamó para que viera algo. Era el anuncio de un concierto del bluesman Charlie Musselwhite en el San Juan Evangelista... pensé, ¡hasta aquí han llegado los tentáculos del Johnny!”.
Aquella iluminación terminaría tomando la forma de un libro. La leyenda del templo. Medio siglo de música en vivo en la Universidad, (Ediciones Escalera), “es la historia de un colegio mayor que se trascendió a sí mismo y se convirtió en un experimento cultural”, apunta José Joaquín Caerols, presidente de la Fundación San Juan Evangelista. “La memoria de nuestro país condensada en un microcosmos”.
La leyenda del templo no es el primer libro que se edita sobre el San Juan Evangelista, su historia y su leyenda; sí el más inusual. “Hemos intentado homenajear de forma libre y nada rigurosa una parte muy importante de nuestra juventud y la manera en que el San Juan sigue repercutiendo en nuestra vida como adultos”, señala Ortíz.
Todo cuanto se recaude con su venta irá destinado a sufragar los gastos de la Fundación San Juan Evangelista.
Sus autores insisten: no es un libro de historia ni de relatos, aunque tiene mucho de ambas cosas. “El título no pretende solamente hacer un guiño al álbum La leyenda del tiempo de Camarón, también es una declaración de intenciones”, apunta Ortíz. “Nuestro punto de vista es, ante todo, lúdico, divertido y, sobre todo, emotivo”. Lejos de lo convencional, pretende pasar por una pieza de jazz trasladada al papel en la que no falta ningún ingrediente. “La sección rítmicaes el historial de todos los músicos que han pasado por el Johnny desde los setenta hasta el último que fue, si no recuerdo mal, Tomatito. La melodía son los textos que han escrito desde el antiguo jefe de recepción al encargado de luces de la sala y los propios ex colegiales. La armonía viene de la coherencia visual que acompaña a las ilustraciones. El swing, imprescindible en toda interpretación jazzística, corre a cargo del lector".
Por las 206 páginas del libro desfilan cuantos han sido en la atribulada historia de la institución: Chet Baker y Juanjo González, circunspecto y legendario animador espontaneo de las veladas colegiales; Art Blakey y Los Planetas; Diana Krall y Camarón, en su dramático adiós a los escenarios (“la tensión se cortaba en el aire…”). También los “topos” de la policia infiltrados entre los colegiales durante el franquismo y hasta un “colegial asesino”, producto de la ficción del autor del texto... quizás.
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