De compras efímeras en el Colegio
El mercado ‘pop up’ Molly Market celebra su novena edición en el COAM con más de un centenar de expositores
Una base de moda con una pizca de diseño y algo de decoración. Todo ello mezclado con música en directo, planes para niños y una zona gastronómica con vistas al patio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). Esa es la propuesta de Molly Market, mercadillo pop up (o efímero, que aparece y desaparece) que con su novena edición se consolida en la capital. “Ahora hay muchos eventos de este tipo, pero nosotros nos diferenciamos del resto por dos razones: la primera, poder estar en un sitio como el COAM; la segunda, en la cercanía que tenemos tanto con el público como con los expositores; les conocemos a todos”, dice Jade Page, una de las organizadoras del evento (entrada gratuita), que hoy y mañana (de 12.00 a 21.00) llena la planta baja del número 63 de la calle Hortaleza.
Pasarela callejera
La calle Ortega y Gasset, en pleno barrio de Salamanca, acoge Distrito 1 (domingo 31 de mayo de 12.00 a 21.00): una pasarela en plena calzada (se cortará el tráfico toda la jornada) por la que desfilarán las propuestas de Ion Fiz, Leyre Valiente o Maria ke Fisherman, entre otros diseñadores; muchos de ellos asiduos a la la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Además de la pasarela, los diseñadores expondrán sus creaciones en más de 60 puestos, instalados para el evento. También habrá conciertos, La Unión y Conchita, y ‘food trucks’ (camiones gastronómicos).
La presente edición de Molly Market, “un concentrado de talento independiente”, reúne a casi un centenar de expositores que traen su mercancia —camisetas, lámparas, bolsos o plantas sin maceta— de diversos lugares de España. Han multiplicado casi por tres el número de puestos con respecto a la primera cita, que realizaron en septiembre de 2011.
Cerveza La Loba, por ejemplo, viene desde Mérida. Elaborada por Cervecería Libre, se trata de la primera cerveza artesana hecha exclusivamente por mujeres. “Solo utilizamos materias primas naturales”, cuenta Teresa Cano, una de las fundadoras de la marca, el día antes de montar su stand para el mercadillo. “Cebada, agua, lúpulo y levadura”, describe los ingredientes de la base de las cañas. “Hemos ido jugando con la mezcla, (¡al principio no nos salía tan bien!), hasta que hemos afinado la receta”, confiesa. Las chicas cerveceras son uno de los siete expositores culinarios que forman el rincón gastronómico de Molly Market. “La gastronomía encajaba mucho con la idea de mercado que teníamos”, añade Page, “y hace varias ediciones empezamos a incorporar puestos dedicados a ella”. La Cocina del Mercado de San Antón o Café Ocsi-El Mar, que traen café de Guatemala de comercio justo, forman parte del plan.
Los apasionados de las compras, de los jabones con aromas, de las carteras de cuero o de las camisetas originales podrán recorrer las dos plantas del mercado mientras que los menos consumistas toman algo, escuchan un concierto (el sábado a las 18.00 actúan Danny Leiva, Itziar Baliza o A de Animal) o se quedan con los niños en un curso de repostería para peques (domingo a las 13.00). Dentro de la convocatoria también hay un espacio dedicado a la solidaridad, que en la presente edición lo ocupa Motores para el Cambio, una organización que lucha contra la pobreza, especialmente la que afecta a la infancia, a través de la cultura y la creatividad. En Molly Market expondrán varias motos y cascos intervenidos por ilustradores como Ricardo Cavolo. “Siempre hemos concebido Molly como un plan en el que encaja todo el mundo”, afirma Page sobre el evento efímero, que se celebra dos veces al año.
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