Italia premia a Marañón

Un pequeño grupo de amigos rodeó ayer al presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón y Bertrand de Lis, en un acto de especial significado para el homenajeado. El embajador italiano en España, Pietro Sebastiani, le impuso la medalla de Commendantore dell’Ordine della Stella d’Italia en reconocimiento a su trayectoria profesional y por su labor de acercamiento entre la cultura italiana y española.

Mientras en el exterior de la Embajada de Italia, en la calle de Lagasca, había un sonoro trasiego de coches, la tranquilidad se dejaba sentir en la legación. Espectadores copmo la socialista Carme Chacón o el popular Eduardo Zaplana asitían a la ceremonia, que se desarrollaba en el llamado Jardín de Invierno, un salón con amplias cristaleras que dejaban ver las plantas de este palacete elegantemente decorado.

Entusiamo y compromiso

El embajador italiano destacó durante la presentación del homenajeado “su entusiasmo, su voluntad y su compromiso” en toda su carrera profesional, además mostrar con orgullo “su amistad y admiración” hacia Gregorio Marañón. Como marca el protocolo, Pietro Sebastiani hizo un recorrido por la dilatada trayectoria del condecorado, del que destacó “de forma muy especial la amistad y colaboración con Italia”. “Gregorio Marañón tiene un currículum amplísimo en el que se mezclan el humanismo de otros tiempos y el manager de nuestros días”, resumió el embajador antes de recordar a los presentes su formación. Licenciado en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, completó sus estudios en Estados Unidos. Estuvo al frente del Banco Urquijo y de la Banca Banif, entre otros muchos cargos.

“Es intelectual, jurista, académico y un gran manager. Es en la actualidad también y sobre todo una de las figuras más eminentes del panorama cultural español. De él se ha dicho incluso que está metido hasta las trancas en la cultura española”, bromeó Sebastiani, lo que arrancó la sonrisa de los asistentes.

La razón de la entrega de la medalla fue explicada primero en castellano y después en italiano, como marca la norma transalpina. El embajador destacó la labor de recuperación de la ciudad de Toledo y de su carrera al frente del Teatro Real, donde “su valiente reestructuración económica ha logrado el reequilibrio presupuestario, con tan solo un 30% de financiación pública”. “A lo largo de toda su vida, Gregorio siempre ha tenido hacia Italia una consideración especial y estrechos vínculos con esta embajada y con las instituciones culturales italianas”, relató el embajador, que destacó la reciente creación de un grupo de embajadores de apoyo al Teatro Real, formado por diez delegaciones, con Italia a la cabeza. “Es un digno heredero de su abuelo”, concluyó Sebastiani.

Acto seguido, el diplomático le impuso la medalla a Marañón, que mostró un gesto emocionado. Después leyó un discurso breve, pero directo. Lo primero agradeció “la infinita generosidad” a la Presidencia de la República de Italia y después al embajador, que es quien le propuso para la distinción. “En mi vida he comprobado que con frecuencia los reconocimientos más gozosos son los que brotan de la generosidad del que los otorga y no del mérito de quien los recibe. No recompensan, sino regalan. Éste, claramente, es el caso”, señaló el presidente del Real.

En su discurso hizo un alegato de la importancia de la cultura italiana y de las 13 ciudades del país transalpino que ha visitado en su vida, además de los libros de esta nación que resultan imprescindibles en su biblioteca como El desierto de los tártaros de Dino Buzzati o Amor y enamoramiento de Francesco Alberoni. “Ante la falta de otros méritos, he aducido mi amor y admiración por Italia y a vuestra generosidad, embajador, solo puedo responder asumiendo el compromiso de hacer todo lo que esté a mi alcance para promover la amistad y el entendimiento entre nuestros dos países”, concluyó el homenajeado.

Marañón se sintió “profundamente agradecido por el apoyo que supone este galardón en el ámbito cultural”. “Es un acto de generosidad del Gobierno italiano y del embajador para mí muy importante”, concluyó.