Jordi Sànchez, nuevo presidente de la ANC
El candidato de consenso entre la dirección gana a Liz Castro, la más votada por los socios
La Asamblea Nacional Catalana ha elegido este sábado a Jordi Sànchez como su nuevo presidente. Era el candidato de consenso que quería la dirección saliente de Carme Forcadell. Sánchez es actualmente adjunto al Síndic de Greuges, cargo que previsiblemente dejará el lunes. El proceso de elección no ha sido fácil, ya que la persona más votada por los socios fue la editora norteamericana Liz Castro. La decisión, que cumple la normativa —es la dirección quién escoge al líder de entre los 75 miembros elegidos por los socios— ha generado cierto malestar en las bases.
El enfado se dejó ver en Twitter, donde algunos socios expresaban su extrañeza porque no se hubiera respetado la candidata más votada por los socios.
Pese a la pugna, la reunión de la ANC en Cardona (Bages) ha sido relativamente plácida. La nueva cúpula se había reunido por primera vez a mediados de semana y hubo cierta tensión al no lograr que entre Castro y Sànchez surgiera un consenso. Ninguno de los dos quería renunciar a un cargo al que creían que tenían derecho. En el encuentro de este sábado, la nueva cúpula ha asumido que no habría un solo candidato: los dos han exhibido sus propuestas, y Sánchez se ha impuesto por 50 votos a 24. El plan del nuevo dirigente pasa por rehuir los debates internos para centrarse en la tarea de la ANC: integrarse más en la sociedad para generar consensos e imprimir un giro social para que la entidad no hable solo de la secesión.
“Trabajaremos como un único equipo para cumplir con nuestra razón de ser, que es que algún día este país tenga la plena independencia”, ha proclamado Sànchez tras ser escogido, en un discurso en el que que ha alabado a Castro en varias ocasiones. La intención del presidente es que la aspirante tenga responsabilidad en el área internacional, dado su origen y su posición en el independentismo, en el que se ha destacado por propagar el mensaje de la secesión en inglés. Castro, que no ocupará ninguno de los cuatro cargos más relevantes, ha dado la bienvenida a la nueva cúpula desde Twitter y agradeció los votos recibidos: “Felicidades, haréis un buen trabajo y todos os apoyaremos. Unidos ganaremos”. Acompañará a Sànchez la vicepresienta, Rosa Alentorn, persona de confianza de Forcadell. Ha requerido de dos votaciones para ser escogida, ya que había otros tres dirigentes que optaban al cargo y la opción ganadora debía obtener al menos dos tercios de los votos. Jordi Vilarasau será el secretario y Núria Pijaumes la tesorera.
La nueva dirección, que sustituye a la que durante tres años ha logrado las movilizaciones más masivas que se recuerdan en Cataluña y marcar la agenda a los partidos soberanistas, tiene varios objetivos para los próximos meses. Con Sànchez al frente, deberá asegurarse que CiU y ERC cumplan la hoja de ruta para proclamar la independencia si tienen mayoría en las elecciones del 27-S y convencer a Unió y a Iniciativa para que se sumen. También cumplir con el reto de llenar la avenida Meridiana de Barcelona para la Diada. Y por último, poner orden en una cúpula que ha estado enfrentada en los últimos meses por su deriva política, con marcada tensión especialmente entre el entorno de Forcadell y el encargado de relaciones políticas, Pere Pugès, que también abandona el cargo. La ANC no pudo abstraerse de las batallas vividas entre los dos partidos que quieren liderar el proceso soberanista, CiU y ERC. Tras el acuerdo entre ambos para convocar elecciones el 27-S, la entidad quiere asegurar una victoria en esos comicios.
La ANC está convencida de que en Cataluña hay una mayoría soberanista que se expresará en las urnas. Pero la consulta del 9-N hizo ver a la entidad la necesidad de ampliar los partidarios de la secesión en algunos sectores.
La dirección de Forcadell se fijó en Sànchez como el hombre que podía lograrlo. La intención es insistir en un mensaje que priorice lo social a lo nacional. Sànchez se siente cómodo con este discurso. También está preparado para tratar con políticos, algo que ha hecho desde el Síndic y en su anterior dedicación, como presidente de la Fundació Bofill. De él también se espera que pueda mejorar las relaciones de la ANC con Iniciativa, partido con el que tradicionalmente se le había relacionado. Como colofón, puede presumir de currículum independentista, ya que fue portavoz de la Crida.
En su discurso tras ser proclamado presidente, Sànchez empezó a trabajar en su objetivo: prometió un proyecto integrador que aglutine una mayoría favorable a “una República catalana más justa, más igualitaria, donde quepan todos”. Forcadell dejó el cargo satisfecha: “Hay gente muy preparada, lo harán tan bien o mejor que nosotros”.
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