La quiebra de ‘El Circo’ de Alcorcón encona la campaña entre PP y PSOE

La viabilidad del Centro de Creación de las Artes de Alcorcón (CREAA), un macrocomplejo abandonado de nueve edificios y 66.000 metros cuadrados ideado por el PSOE en pleno boom del ladrillo, se ha convertido en un campo de batalla de socialistas y populares. La infraestructura, conocida como El Circo, ha costado 100 millones y se necesitan otros 40 para acabarla. El alcalde, David Pérez, del PP, no halla manera de financiarlo dada la enorme deuda municipal. La aspirante socialista, Natalia de Andrés, que formó parte del gobierno que lo inició, cree que sí hay solución.

El gobierno de Enrique Cascallana (PSOE) convocó en 2005 un concurso de ideas “para lograr una elevada representación de Alcorcón en el mundo de la cultura” y la “creación artística más vanguardista”. La aspiración era que el CREAA fuera una especie de “Guggenheim de Alcorcón”, financiado con las plusvalías de 7.000 viviendas construidas por la Empresa Municipal de Gestión Inmobiliaria (EMGIASA).

Las obras se adjudicaron en febrero de 2008 —el año oficial del inicio de la crisis— a la unión temporal de empresas (UTE) formada por FCC y Ferrovial por 104 millones de euros. El plazo de ejecución de 38 meses, es decir, la apertura coincidiría con las elecciones de mayo de 2011. Sin embargo, el reventón de la burbuja inmobiliaria hizo del CREAA, en vez de en uno de los referentes culturales de Europa, un mastodonte icónico del despilfarro. Con un circo para 600 espectadores y una pista de 11 metros de diámetro como el edificio más representativo, y que está detrás del mote (El Circo) con que los ciudadanos se refieren al recinto.

EL PAÍS ha recorrido el interior del CREAA, testigo incómodo de las previsiones económicas alejadas de la realidad de algunos políticos. Donde la caoba “era una ordinariez” y los materiales “eran siempre de la máxima calidad”, afirma Pérez. “Todo era lo mejor”, recalca Juan Manuel Alonso, coordinador municipal, que critica que “no hubo un estudio de viabilidad”. Natalia de Andrés, aspirante socialista, replica: “De haberlo sabido no habríamos decidido hacer el CREAA, pero el momento económico era distinto y era un proyecto loable con el que pretendíamos cambiar el modelo productivo. Y no tuvimos que pedir créditos para financiarlo”.

30% de las obras pendientes

Hecha la autocrítica, la candidata del PSOE, que en los mandatos de Cascallana también fue primera teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, propone que se acabe la megaobra, ejecutada al 70%, recurriendo por ejemplo a escuelas taller. “También se puede consultar a la ciudadanía, o negociar una salida con otra Administración, como la Comunidad”, añade De Andrés, que en verano de 2013 superó una moción de censura, impulsada precisamente por su compañaero Cascallana, después de que su exnúmero dos se desmarcara de algunos de sus proyectos, entre ellos el CREAA.

El Ejecutivo municipal, del PP, replica que “hasta 40 instituciones y empresas privadas han mostrado interés, pero todas han concluido que no es viable”. Entre ellos, enumeran, la NBA y el Circo del Sol, que tras descartarlo por primera vez volvió a plantearse Alcorcón animado por Eurovegas, otro proyecto fallido. “Si nos lo hubiéramos encontrado acabado, y no a falta de 40 millones, la solución sería más fácil... Al final se terminará troceando el CREAA; sí se podría dar uso a tres o cuatro edificios, pero eso condenaría al resto”, reflexiona Pérez. La opción, planteada por la oposición, de que todo el CREAA sirva como campus de alguna universidad, “no es creíble hoy por hoy”.

Con un sobrecoste del 40%, el PSOE reprocha que el PP pagara una indemnización de seis millones a la UTE, “condenando” al CREAA. El alcalde del PP remite a la deuda de 612 millones de Alcorcón a 11 de junio de 2011, cifrada por el Tribunal de Cuentas. De ella, más de la mitad (333,6 millones) corresponde a EMGIASA. Pérez calcula que la ha recortado en 100 millones.

El coordinador municipal recuerda, ante las críticas socialistas, los sucesivos modificados que encarecieron la inversión en el CREAA. Como los casi dos millones añadidos al circo para añadir una serie de caballerizas y zonas de servicios para animales. Pero la mayor impresión la causa el auditorio. La sala principal, de 1.300 butacas y un escenario de 550 metros cuadrados está forrada de gruesos paneles de cobre del suelo al techo. Solo el revestimiento de metal costó 640.000 euros. Alguna se ha despegado y resume, retorcida a los pies de los visitantes, un sueño que se ha convertido en la pesadilla de Alcorcón.