El desgaste del PP marca la campaña más abierta de la historia autonómica
Seis formaciones aspiran a entrar en las Cortes Valencianas. Las encuestas solo dan opciones a Fabra si lo apoya Ciudadanos frente a un multipartito
El desgaste del PP, partido en el poder en las instituciones valencianas desde hace más de dos décadas, marca las elecciones autonómicas y locales del próximo 24 de mayo. Ninguna de las convocatorias electorales a la Generalitat ha estado tan reñida como esta.
Una situación que ilustró ayer el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la intención de voto en la Comunidad Valenciana, que confirma la tendencia que ha venido constatando Metroscopia en los sondeos publicados por EL PAÍS el pasado 19 de abril y el 9 de octubre de 2014. El Partido Popular incide en su derrumbe en la Comunidad Valenciana, pero como novedad podría mantener el poder si, en el escenario de su horquilla alta (33-35 diputados), lograra alcanzar un pacto con Ciudadanos (16) ya que Esquerra Unida (EU) perdería los cinco escaños que tiene y quedaría fuera de las Cortes Valencianas.
Enfrente, habría una izquierda plural que para gobernar, más allá de solucionar los inconvenientes que alejan a las distintas organizaciones, necesitaría también confirmar su horquilla alta. El PSPV-PSOE (22-23 escaños) podría aglutinar una mayoría (50 diputados) si suma los 19 de Podemos y los 7-8 de Compromís. Con todo, la entrada o no de Esquerra Unida en las Cortes Valencianas estrecha el escenario o facilita una alternativa de izquierdas.
Expectativas
PP. El partido en el poder perderá, según las encuestas, 20 puntos y más de una veintena de sus 55 diputados. Aún así, tendría opciones de gobernar con apoyo de Ciudadanos.
PSPV-PSOE. Los socialistas retroceden y pueden perder hasta 11 de sus 33 escaños, pero tienen opciones de llegar a la Generalitat en un gobierno de base multipartidista con Podemos y Compromís o eventualmente, también con Esquerra Unida.
Esquerra Unida. La coalición de izquierdas pelea por no quedarse fuera de las Cortes Valencianas y repetir al menos sus cinco diputados.
Podemos. El nuevo partido emergente irrumpe con hasta 19 diputados. Condicionará cualquier pacto de izquierdas.
Ciudadanos. Irrumpe hasta con una quincena de escaños. Puede condicionar que el PP vuelva a gobernar.
Las espadas están en alto y la formación de Albert Rivera, encabezada en la Comunidad Valenciana por Carolina Punset, se convertiría según el CIS en el partido clave de la próxima legislatura. El barómetro certifica el fin del bipartidismo y refleja un escenario, con cinco partidos, o seis, en el caso de que entrara EUPV, (en vez de los cuatro que configuraron el Parlamento en 2011). Ciudadanos es el principal beneficiario de la hemorragia del PP. Obtendría 16 diputados. El último sondeo de Metroscopia para EL PAÍS, elaborado entre los días 13 y 15 de abril, otorgaba 17 escaños a esta formación ausente hasta ahora del paisaje parlamentario.
El PP mantiene el prurito de ser el partido más votado con 33-35 diputados, pero perdería entre 20 y 22 de los escaños que obtuvo en 2011, en los que ocupó 55 de los 99 sillones de las Cortes Valencianas en la que fue su tercera mayoría absoluta consecutiva. Tras 20 años en el poder, y desgastado por diversos casos de corrupción que han llegado a implicar a dos presidentes de la Generalitat, tres presidentes de Diputación, 10 diputados y varios consejeros y altos cargos procesados, el PP acusa una importante desafección por parte de su electorado. El sondeo de Metroscopia daba 28 diputados al PP.
El PSPV-PSOE perdería entre 10 y 11 de sus escaños actuales y se quedaría como segunda fuerza con 22 o 23 diputados. El partido de Ximo Puig quedaría por encima de Podemos, que irrumpiría como tercera fuerza en las Cortes Valencianas con 19 diputados, mientras que Compromís podría obtener entre siete y ocho escaños. Sumadas las tres fuerzas podrían alcanzar 50 diputados, que son la mayoría absoluta.
UPyD es la formación que peores expectativas cosecha y, si hace unos meses, aspiraba a entrar en el Parlamento, tras la marcha de su cabeza de lista Toni Cantó está muy alejada de su objetivo.
En cuanto al Ayuntamiento de Valencia, el CIS anota el desplome de Rita Barberá, aunque apunta que podría gobernar con el apoyo Ciudadanos
Los diferentes partidos iniciaron la campaña con actos diversos y, si el socialista Ximo Puig se fotografió en Valencia ante el autobús de campaña de su partido antes de participar en un encuentro en Castellón, el popular Alberto Fabra estuvo en La Nucia y Castellón antes de acudir al Palau de la Música de Valencia. La candidata de Compromís Mònica Oltra se fue al barrio de El Cabanyal, en Valencia, a iniciar la campaña. Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, celebró un acto en su sede en Valencia, al igual que hizo Antonio Montiel, de Podemos. Carolina Punset, de Ciudadanos, participó en una cena en la Malva-rosa y acudió a la pegada simbólica de carteles frente a las Torres de Serranos. Alica Andújar, de UPyD, optó por una pegada “virtual” de carteles en la plaza de L’Almoina.
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