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Apto para padres ‘hipsters’

El festival urbano para familias Malakids! llena, durante todo el fin de semana, los barrios de Malasaña y Conde Duque de conciertos, talleres de cocina, teatro o recitales de poesía para disfrute niños y mayores

Pablo León
Niños en una de las actividades en la plaza Dos de Mayo en la pasada edición de Malakids!
Niños en una de las actividades en la plaza Dos de Mayo en la pasada edición de Malakids! Malakids

Un encuentro en Malasaña para que los padres hipsters compartan con su familia las bondades de la vida callejera de Madrid. A priori, esto es lo que parece Malakids! Festival urbano para familias: “No estamos orientados a un tipo de padre, madre o familia”, replica Antonio Sañudo, progenitor indie de dos hijos y uno de los ideólogos de la cita. “Viene gente de todo tipo y de todas partes de Madrid”, insiste. Este evento familiar, “que no infantil” celebra su tercera edición llenando el centro (los barrios de Malasaña y Conde Duque) con más de 300 actividades: conciertos de rock, jazz, pop, juegos, talleres de cocina, incluido uno de cupcakes, funciones de teatro o recitales de poesía. Planes diversos con los que esperan a atraer a unas 10.000 familias para disfrutar de las plazas, las calles y los parques.

“Soy padre de dos hijos y cuando me planteaba hacer cualquier tipo de plan con ellos, me encontraba con ideas que a mí me aburrían soberanamente”, reconoce Sañudo. Así, harto de las melodías de los archiconocidos Cantajuego o de los estribillos de la adorada Violetta, se le ocurrió organizar un evento en el que no solo los niños disfrutaran. “Mi pareja y yo éramos seguidores del grupo Dwomo. Íbamos a todos sus conciertos y lo dábamos todo”, cuenta Verónica García, empleada de banca de 41 años y con tres hijos. “Cuando nos convertimos en padres, las salidas nocturnas desaparecieron; era imposible escaparnos ni a cenas ni a conciertos ni a nada”, cuenta. En la última edición de Malakids! se llevó una sorpresa; la programación incluía un directo de su añorado grupo favorito. “Organizaron un concierto adaptado a la calle y a los peques. Fue impresionante”, recuerda esta madre.

Ilustración de Pedro Balmaseda para el libro ‘Petit Pop en Silenciópolis’.
Ilustración de Pedro Balmaseda para el libro ‘Petit Pop en Silenciópolis’.

A Celia, su hija mayor de seis años, le fascinó ver a sus padres entregados a las melodías y bailar en plena calle con el mismo fervor con el que ella se lanza a interpretar la canción Soy una taza, una tetera… Además de la programación cultural y de los conciertos en la icónica plaza Dos de Mayo —prohibidos desde hace años—, la posibilidad de tomar la calle es una de las claves del éxito de Malakids!. “Parece que la calle está vetada a los niños. Antes, jugábamos en ella mientras que ahora da la sensación de que es un lugar peligroso. Con este tipo de acciones se reivindica un poco esa cultura callejera”, opina Verónica García.

El festival se celebra dos veces al año, en primavera y en otoño, y sale adelante con un presupuesto de entre 20.000 y 30.000 euros. Además, cuenta con el apoyo de varios patrocinadores y del Ayuntamiento de la capital. “No son solo son las actividades, que atraen a diversos artistas y les anima a organizar un repertorio adaptado al público familiar, sino que diversos agentes del propio barrio se suma. Los comercios, por ejemplo, se vuelcan”, apunta Sañudo, que para la creación de Malakids! contó con el apoyo de Antonio Pérez, impulsor del periódico Somos Malasaña, que da información sobre lo que ocurre en la zona.

No es la primera vez que sus dos hijos han servido a Sañudo de fuente de inspiración: También le animaron a impulsar Kideoo, una plataforma que recoge planes originales para niñas, niños y sus respectivos padres. “Lo veo en mis hijos. Cuando nosotros, los adultos, no nos implicamos en una actividad, ellos desconectan más fácilmente y se aburren. En cambio, si la actividad es compartida, la disfrutan más. Y nosotros también”, dice Sañudo.

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Las actividades de Malakids! empiezan hoy viernes a las 16.00 —los conciertos y la mayoría de actividades son gratuitas; el precio de los talleres y de las obras de teatro oscila entre los 3 y los 8 euros— y los platos fuertes se podrán disfrutar en las plazas del barrio el sábado y el domingo. Algunos ejemplos: el taller de tecnología Arganbot o el repertorio musical del grupo Petit Pop, cuya historia ha sido convertida en libro, con ilustraciones de Pedro Balmaseda (Petit Pop en Silenciópolis), editado por Sueños del Gatipedro, que también participa en la cita. Para Verónica García, Malakids! “es una propuesta muy divertida”. “Nos ofrece la oportunidad de hacer cosas con nuestros hijos que se salen de lo típico”, dice. “Muchas veces, los niños no están acostumbrados a compartir actividades con sus padres y, normalmente, les encanta”, añade. Los niños nunca quieren parar de divertirse. Sus padres modernos tampoco. 

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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