Alumnos atendidos por psicólogos

El instituto Joan Fuster abrió este martes las puertas poco antes de las ocho de la mañana. Los profesores iban a celebrar un claustro extraordinario cuando no habían pasado ni 24 horas de la tragedia vivida en el centro docente. Una reunión en la que no estarían solos, sino que les acompañaban los servicios de urgencias y emergencias del Ayuntamiento de Barcelona.

El exterior era un reguero de profesores de otros centros y padres de alumnos del Joan Fuster depositando flores y velas en la entrada del instituto. Flabio Watzka acompañó a su hijo a las puertas del establecimiento educativo. “Solo quiero pensar que el niño no estaba en esta tierra cuando mató al profesor”, susurró mientras abrazaba al menor.

A las diez de la mañana, comenzaron a entrar los alumnos al centro. Dentro se reunieron por aulas donde fueron atendidos por los psicólogos y los servicios sociales. Allí, se les incitó a hablar de lo sucedido y reflexionar sobre ello.

Mientras, en la calle esperaban los padres. Toñi Sánchez, madre de un alumno, anunció que iban a exigir información al centro: “¿Por qué el niño agresor llegó tarde el lunes? ¿Se sabía que tenía problemas? ¿Estaba controlado?”. Sánchez aseguraba este martes que en una salida de tres días que realizaron los alumnos recientemente, el menor “iba señalando a quién iba a matar”. Los adolescentes regresaron a sus casas poco después de las doce.

En la fachada del instituto seguían acumulándose las flores y las velas. En uno de los ramos, una niña de la clase de 2ºA se despedía de Abel Martínez, el profesor sustituto muerto, y lo hacía una carta en la que expresaba: “Nos has protegido hasta el final, y has sido muy valiente. Siempre recordaré tu valentía y tus conocimientos”.

Este miércoles se retomarán las clases en el centro con normalidad. La comunidad educativa convocó el martes minutos de silencio en todos los centros. En uno de esos duelos participó el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y la consejera Irene Rigau.