Seis años y medio de cárcel por obligar a una joven a hacerle una felación
La sentencia condena el agresor a indemnizar con 11.350 euros a la víctima
La Audiencia de Girona ha condenado a seis años y seis meses de prisión el vecino de Banyoles que en abril del año pasado obligó a una joven a hacerle una felación en el centro de la ciudad de Girona. La agresión fue presenciada por una mujer que alertó a la policía y fue a socorrer a la chica, que acabó siendo golpeada por el procesado. El acusado negó que hubiera forzado a la joven y afirmó que solo había habido besos y tocamientos consentidos.
La sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, de la cual ha sido ponente la magistrada Carme Capdevila, lo condena además a indemnizar a la víctima con 11.350 euros, y a la mujer que la ayudó con 3.750 euros. Una vez salga de la prisión estará seis años más en libertad vigilada. El fiscal y la acusación particular solicitaban para Allin Daniel Nistor, de 29 años, una pena de 12 años y 9 meses por agresión sexual, amenazas y lesiones, y su defensa pedía la absolución.
La resolución considera probado que hacia las seis de la mañana del 11 de abril del 2013, Nistor, que estaba en la plaza Josep Pla de Girona después de una noche de copas, se aproximó a la víctima y después de intentar entablar conversación le dio un empujón y la introdujo en un portal. Allá, bajo amenaza de matarla, la obligó a hacerle una felación. Al cabo de unos minutos apareció una mujer de 63 años que salía de un piso cercano y le dijo al procesado que soltara la joven y que había llamado a la policía. Entonces, el chico hizo caer al suelo a la chica y le clavó varios puntapiés por todo el cuerpo. A la mujer le dio un fuerte golpe en el brazo y la tiró al suelo.
El tribunal afirma que “en este caso concurren en las víctimas todas las notas jurisprudencialmente reconocidas para dotarlas de plena credibilidad como prueba de cargo”. En cambio, no se ha creído la versión de él, que dijo que se habían besado y se habían tocado voluntariamente pero que de repente la chica quiso parar porque dijo que tenía pareja. La sentencia la califica de “ilógica e inverosímil”.
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