Calabuig promete acabar con la prolongación en El Cabanyal
El candidato socialista opina en un desayuno de Forum Europa que la actual alcaldesa Rita Barberá "no recogerá el acta" tras las elecciones


oan Calabuig, candidato socialista a la alcaldía de Valencia, adelantó ayer en el Fórum Europa. Tribuna Mediterránea cuáles serán sus prioridades si accede al gobierno de la capital. El socialista no facilitará pactos que permitan al PP seguir al frente del Gobierno local si se da la circunstancia pero tampoco practicarán el “revanchismo” ni el “frentismo” pese a la “soberbia” que ha caracterizado el mandato de la popular Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad desde 1991. Una de sus primeras decisiones será anular la prolongación de una avenida que parta o deteriore más el barrio de El Cabanyal.
Prefiere no hacer caso de las últimas encuestas, que relegan a los socialistas a cuarta fuerza política en el Consistorio. Las urnas son la verdadera prueba, defendió ante una amplia representación de políticos, empresarios y profesionales valencianos. Sobre el hecho de que sea el único candidato de su partido que se presenta a la reelección —sus predecesores no repitieron—, Calabuig lamentó que los partidos se conviertan “en una máquina picadora de candidatos”.
El actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, preguntado por el futuro de su adversaria política, la actual alcaldesa, conjeturó que probablemente Barberá no recoja ni el acta de concejal tras las elecciones del 24 de mayo. “Se quedará en las Cortes Valencianas unos días y de ahí intentará ir al Senado”, aventuró.
Calabuig reivindicó el legado de los gobiernos socialistas de Ricard Pérez Casado, Clementina Ródenas y Joan Lerma, “sin cuya aportación es imposible entender la Valencia actual”.
Desplegó un discurso positivo sobre las capacidades de Valencia en el entorno europeo, pero denunció que la crisis en Valencia “ha sido más profunda que la de otras grandes ciudades españolas”, por las cifras de paro, el cierre de comercios y los niveles de exclusión social.
El socialista considera agotada la etapa de Barberá, sobre todo el último mandato, donde no ha podido consolidar ninguno de sus grandes proyectos —Cabanyal, T2, Parque Central, dársena y fachada marítima—.
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