Tomás Gómez se queda solo en la ejecutiva del PSOE

El tiempo ha pasado muy rápido en el PSOE y los acontecimientos en el Partido Socialista de Madrid (PSM) han quedado relegados cuando no olvidados. En la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal celebrada este lunes el ex secretario general, Tomás Gómez, perteneciente a ese órgano de dirección, intentó sin éxito reavivar los avatares que condujeron a la ejecutiva federal a poner una gestora y suspenderlo de su puesto el 11 de febrero.

Se quedó prácticamente solo con la excepción de Eva Matarín, responsable de Inmigración y miembro de la extinta ejecutiva madrileña. Un no fue la respuesta a su petición de que en la reunión del próximo sábado del Comité Federal del PSOE se incluyera un punto en el orden del día para debatir sobre la devolución de funciones al comité regional de Madrid. Algunos miembros de la ejecutiva federal le invitaron, más o menos veladamente, a que abandonara voluntariamente su puesto como vocal de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE; es decir que dejara de pertenecer al equipo que nombró Pedro Sánchez en el congreso del pasado mes de julio. Entonces, Gómez apoyó a Sánchez frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

El ex secretario regional reclamó que se le devolviera el poder en el PSM

Hasta este lunes no hubo una reunión de la ejecutiva del PSOE desde que el secretario de Organización del PSOE, César Luena decidiera “suspender” de sus funciones al secretario general del PSM, Tomás Gómez, a su ejecutiva y su comité regional. Sin solución de continuidad, se nombró una comisión gestora, con el diputado Rafael Simancas a la cabeza, que tiene el poder del PSM hasta el congreso de otoño. Y fue este lunes cuando Gómez tuvo la primera ocasión de ver cara a cara a Pedro Sánchez y al resto de los miembros de la ejecutiva. La intervención de Tomás Gómez fue muy dura en el fondo, aunque expresada en términos muy correctos, según asistentes a la reunión. Toda su intervención estuvo presidida por la afirmación de que lo hecho por la ejecutiva no era democrático por lo que pedía la restitución de los derechos de la organización madrileña; es decir, que, al menos, su comité regional, donde él tenía una mayoría clara, recuperara sus funciones. La suspensión de esos órganos de dirección llevó en paralelo a la puesta en marcha de la candidatura de Ángel Gabilondo, no afiliado al PSOE, como candidato a la presidencia de Madrid, en sustitución de Gómez. En la reunión de este lunes el político destituido por la dirección federal aludió a que esa operación había sido diseñada por el periódico EL PAÍS, que habría sido quien dirigió toda la operación.

Tanto las cuestiones de fondo planteadas por Gómez como la afirmación al diario del grupo PRISA fueron rebatidas por varios miembros de la ejecutiva federal. De manera muy contundente, se mostraron las ejecutivas María González Veracruz, responsable de Movimientos Sociales y Participación, y Adriana Lastra, titular de Política Municipal, que sugirieron a Gómez que abandonara su puesto en la dirección del partido; la primera en términos muy directos, según asistentes a la reunión. Otros miembros de la dirección, como el vasco Patxi López, el navarro Roberto Jiménez y el gallego José Ramón Besteiro, señalaron su error al no reconocer la legalidad de la medida tomada por la ejecutiva.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, intervino pero no para debatir sobre la decisión reglamentaria tomada, sino para exponer la apertura del PSOE a candidatos independientes. Así ha ocurrido en Madrid, con el catedrático Ángel Gabilondo, recordó Sánchez, y añadió el ejemplo que ha dado el secretario general de los socialistas valencianos Ximo Puig, al incluir en la lista autonómica que encabeza a personas del mundo de la universidad, la cultura y la economía.

Patxi López le pidió que reconociese la legalidad de su destitución

La próxima oportunidad que tendrá Gómez de hablar de la situación del PSM será este sábado en la reunión del Comité Federal en el que se aprobarán las candidaturas de las trece autonomías, más las ciudades de Ceuta y Melilla, que tienen elecciones el próximo 24 de mayo. Pero este lunes quedó claro de manera patente que el PSOE ha pasado página de la crisis del PSM.