Los vecinos de Barcelona también entran en campaña
Las movilizaciones de las asociaciones se multiplican en vísperas a las elecciones municipales
Protesta por la falta de señalización para invidentes en el flamante paseo de Gràcia; manifestaciones reclamando la apertura de la residencia Alchemika y la llegada del metro a la Zona Franca; calçotada de la campaña de la ILP por la Escuela Pública; zasca al Ayuntamiento en La Prospe la víspera del segundo verano que no pondrá la arena de su mítica playa urbana… y completa jornada para debatir el futuro de la Barcelona que hay entre la Meridiana y el río Besòs, con nueve barrios implicados. Todo, este sábado.
Si el alcalde, Xavier Trias, y sus concejales están inmersos en el tradicional frenesí de inauguraciones, presentaciones e inicios de obras que precede a las elecciones municipales; y los partidos que le quieren disputar la alcaldía despliegan todas sus fuerzas presentando candidatos o programas… también los barrios y vecinos están en precampaña.
Argumentario vecinal ante las municipales
Santa Perpètua de Mogoda acogió ayer asamblea anual de las asociaciones de vecinos catalanas, cuyo punto del día más destacado fue la aprobación de un argumentario ante las elecciones municipales del mes de mayo.
Las medidas que recoge el argumentario son, a grandes trazos: La demanda de políticas públicas para garantizar la dignidad de las personas mediante actuaciones ámbitos de la alimentación, la vivienda, la pobreza energética y la salut. La igualdad a través de políticas fiscales redistributivas y coesionadoras de los barrios. El impulso a iniciativas de solidaridad, entendida esta como la capacidad de las asociaciones de vecinos para construir alternativas a la economia capitalista y crear red social. Salud pública y medio ambiente sostenible. El fortalecimiento de la democracia, basado en la lucha por un acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas de los gobiernos municipales, además del impulso de la participación ciudadana. Y la lucha por una gestión pública eficiente con una demanda contundente: lograr la remunicipalitzación del servicio de la gestión del agua.
No hay fin de semana que no se acumulen las convocatorias, como si quisieran mandar señales a modo de recordatorio de sus reivindicaciones. Algunas, por cierto, vigentes desde varios mandatos atrás, como el metro que no llega a la Zona Franca. Este sábado 14 de marzo las movidas son las enumeradas unas líneas más arriba; pero es que el pasado hubo otra media docena: contra la antena de telefonía en el Carmel, sobre el futuro del eje Pere IV en el Poblenou, la cooperativa de alquiler La Borda de Can Batlló o el cooperativisimo en la ciudad.
En el capítulo de protestas, el barrio del Clot-Camp de l’Arpa contempla desde 2010 como la residencia de mayores que forma parte del complejo de equipamientos de la antigua empresa Alchemika está casi finalizada pero ocupada solo por un guardia de seguridad. La asociación de vecinos exige la apertura de la residencia en un barrio de más de 65.000 habitantes que no tiene ninguna otra. También en La Marina - Zona Franca se desesperan ante las sucesivas promesas de llegada de algo tan elemental como el transporte público suburbano en un barrio que es periférico y que el Ayuntamiento coloca entre los ámbitos de crecimiento futuro de la ciudad.
En La Prospe, Nou Barris, este año celebran el 20 aniversario de la ProspeBeach, la playa que cada verano instalan en la plaza de Ángel Pestaña y donde celebran un torneo de vóley muy popular. Este fin de semana calientan motores con un torneo que han llamado ProspeIglú. Y en el caso del paseo de Gràcia, la plataforma Calles para todos, de entidades de personas con discapacidad, lleva desde noviembre pasado alertando de que la reforma del paseo de Gràcia, que ha costado más de siete millones de euros, no ha señalizado correctamente el paso de las aceras a las calzadas en los tramos de plataforma única, en los antiguos laterales.
Pero por envergadura, la reflexión que los barrios de la Sagrera, Sant Andreu, Sant Andreu Sud, Sant Andreu Nord, Verneda Alta, Bon Pastor, Navas, Trinitat Vella y la Maquinista abren sobre lo que llaman “La ciudad olvidada”: la discurre entre la Meridiana y el Besòs. Barrios que afrontan una transformación urbana fruto de la llegada de la alta velocidad, la crisis de la industria, la llegada de grandes centros comerciales… Unos cambios que también afectan al espacio público y al mercado y la configuración residencial de estos barrios y que analizan especialistas en urbanismo, en industria, vivienda, espacio público o infraestructuras.
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