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Panrico sortea el veto de la Audiencia Nacional y despide a 23 empleados

Los afectados tendrán una indemnización menor a la que hubieran percibido con el ERE, donde estaban incluidos en un principio

Panrico despidió el pasado viernes a 23 empleados del área de logística y almacén de su planta de Santa Perpètua de Mogoda para externalizar esta función, que ha encargado a la compañía Avanza, según informó este miércoles un grupo de extrabajadores de la empresa en una rueda de prensa en el Parlament. Los afectados denunciaron que la firma les rescindió los contratos de forma individual para sortear el veto de la Audiencia Nacional, que en mayo del año pasado prohibió a Panrico incluir en el expediente de regulación de empleo (ERE) despidos que la empresa tenía previsto realizar en 2015 y 2016.

La sentencia de la Audiencia tumbó los despidos que, como preveía el ERE, se ejecutarían este año (79) y el próximo (77). “Si existen previsiones de futuro sobre la situación económica o productiva para dichos años, lo coherente será que llegado el momento se inicie en su caso un nuevo proceso”, recoge el fallo, “que verifique la concurrencia de causas, sin que quepa emplear hoy a modo de bola de cristal unas previsiones imposibles de contrastar”.

La firma, que estuvo paralizada durante más de un año a raíz de una huelga que duró ocho meses, defendió en un comunicado que los 23 ceses siguen “el espíritu” de esta sentencia porque no se realizaron a través del ERE, sino de las rescisiones individuales de los contratos. Como consecuencia, los perjudicados cobrarán 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades frente a los 24 días con un tope de 14 que estipulaba el ERE.

Fuentes de la empresa aseguraron que estas bajas estaban incluidas en su plan industrial, aunque evitaron precisar si este prevé alguna más. “La externalización de todos nuestros centros logísticos es un paso fundamental para garantizar la viabilidad sostenible de Panrico en un entorno económico extremadamente competitivo”, defendió la compañía.

“A la empresa ya le da igual todo porque no hay ninguna autoridad que le exija rendir cuentas”, lamentó Jacinto García, que hasta el viernes llevaba 28 años en Panrico. “Además, según el ERE, había un compromiso según el cual, si había una pareja de empleados y uno de ellos se incluía en el expediente, al cónyuge no se le despediría en los siguientes cuatro años”, denunció García, cuya mujer estuvo entre los 135 afectados por el ERE.

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