Fundación Bancaja hace efectivo el despido de su director imputado

La Fundación Bancaja ha hecho efectivo este viernes el despido de su director financiero, Aurelio Izquierdo, que se encuentra imputado por haber participado presuntamente en operaciones irregulares que causaron agujeros millonarios tanto en la antigua caja de ahorros como en Banco de Valencia, dos entidades que gestionó.

"La rescisión responde a una reorganización directiva abordada tras la aprobación del plan estratégico 2015-2018 el pasado 15 de enero. Dicha reorganización se inició con el nombramiento del nuevo gerente, Antonio Vidal, quien desde su incorporación el 23 de febrero ha asumido la dirección financiera dentro de sus responsabilidades", ha señalado en un comunicado la fundación.

La entidad, heredera de los restos patrimoniales de la que fue tercera caja de España, que suman 150 millones de euros entre dinero, inmuebles, la colección de arte (que incluye grabados de Picasso y obras de Sorolla) y el Monte de Piedad, ha destacado que el perfil financiero "profesional" de Vidal permite unificar los cargos de gerente y director financiero, amortizando el cargo que hasta ahora ocupaba Izquierdo.

El despedido fue reincorporado a Bancaja por el expresidente de la caja y de la Generalitat José Luis Olivas en mayo de 2012. Después de que se hubiera producido la quiebra de Banco de Valencia y el mismo mes en que Bankia (en la que se integró la caja valenciana) fue intervenida por el Estado. Izquierdo ocupó los primeros puestos directivos en Bancaja y fue presidente de Banco de Valencia.

En la Fundación Bancaja ha cobrado 150.000 euros al año. Y como exresponsable de la caja tiene en principio derecho a una indemnización de 7,6 millones de euros. Se trata de casi la mitad de lo que iba a recibir inicialmente, 14 millones. Izquierdo renunció en 2012 al 45% de los fondos previstos después de que se desatara la polémica debido a las grandes cantidades de dinero público que necesitaron las dos entidades que había gestionado.

En los últimos días el ya exdirector financiero de la Fundación Bancaja ha vuelto a estar en el ojo del huracán al saberse que había viajado a Cuba con Olivas en un jet privado pagado por dos empresarios que lograron un millonario pelotazo en una operación supuestamente irregular en México que implicó un quebranto de más de 70 millones para el grupo financiero valenciano.