Mujeres que meten ruido (electrónico)

La presencia de las mujeres en el mundo de la música sigue siendo testimonial. Un estudio elaborado en febrero de 2013 por la asociación Female Pressure revelaba datos preocupantes.

El trabajo analizaba la cantidad de hombres y mujeres que había en los principales festivales y sellos de música electrónica. La información era desoladora. Por ejemplo, la edición de Sónar de aquel año, que contaba con 64 artistas, solo tuvo en su cartel a 6 mujeres, de las cuales 4 estaban incluidas en grupos donde también participaban hombres.

Estos números, que aparecieron en diversos medios especializados, no pasaron de largo para Natalia Piñuel, comisaria del proyecto She Makes Noise, un festival que desde ayer y hasta el domingo presenta en La Casa Encendidaa artistas y cineastas vinculadas a la electrónica más radical y subversiva.

Piñuel cuenta que el proyecto se gestó dos años antes mediante un blog. en Tumblr. Posteriormente llegaría el fanzine Ellas hacen ruido que desgranaba mediante breves biografías el panorama sonoro español de los últimos cincuenta años. “El festival ha sido una consecuencia lógica del trabajo en internet y el fanzine después. Aporta, que es una ocasión única para disfrutar del trabajo de todas estas mujeres que son referencia del techno, el ambient y el noise”.

Esta noche la protagonista es Karen Gwyer, nombre imprescindible de la electrónica arrítmica y de bajas pulsaciones de la escena contemporánea; y, mañana Paula Temple, en la tradición del mejor techno británico de grandes figuras como Surgeon o Regis.

Ninguna había pasado por Madrid hasta ahora. Ni siquiera LCC o lo que es lo mismo Uge Pañeda y Ana Quiroga, asturianas, que dieron la campanada el año pasado con el disco D/Evolution. Ellas actuaronel viernes y hoy darán un taller para niños entre 7 y 11 años en el contexto del festival, argumentan: “Visibilizar las carencias es un buen comienzo. Sensibilizar al público en general, un buen camino en el que trabajar para romper los estereotipos y acercar a las mujeres a territorios donde su cabida está tan justificada como la de cualquier hombre y luchar por una igualdad de derechos para todas las personas”.

La presencia de mujeres atañe a todos. Incluidos medios, industria e instituciones. Enrique Piñuel, comisario del apartado audiovisual de She Makes Noise y que ofrecerá tres ciclos dedicados a figuras como Marie Losier o Deborah Stratman, incide en la dificultad de localizar estos trabajos: “A veces es más complicado encontrar la misma cantidad de obras realizadas por mujeres que por hombres, su presencia en exposiciones o festivales es menor. Lo cual hace que el esfuerzo que tengo que hacer como programador sea mayor”.

Sin embargo, apostilla: “Cuando buscas te das cuenta de que la cantidad de obras producidas por mujeres no es menor, que el problema está en su visibilización”.

Maite Camacho, al frente de In-Sonora, la única muestra de arte sonoro e interactivo que existe en la ciudad, señala unos problemas similares: “Gran parte de los programas que diseño se nutren de propuestas recibidas por convocatoria pública y la primera dificultad que encuentro es que se reciben muchos menos proyectos de mujeres. La figura de la mujer en el mundo del arte y la cultura queda relegada en muchos casos a puestos de gestión, educación.. a pesar de que la presencia femenina en facultades y escuelas de artes es siempre mucho mayor”.