El cuerpo hallado en Alcalá es el del joven desaparecido hace 20 días
La autopsia realizada al cadáver revela que Richard Ángel murió de manera accidental
El cuerpo hallado ayer por la tarde en el río Henares pertenece a Richard Ángel, el joven de 17 años desaparecido hace veinte días tras salir a celebrar un cumpleaños en una discoteca de Alcalá de Henares. Así lo han determinado agentes de Policía Científica tras cotejar las huellas dactilares del fallecido con los archivos del cuerpo. La autopsia realizada esta mañana en el tanatorio complutense ha determinado que el joven no presentaba signos externos de violencia por lo que perdió la vida de manera accidental, según ha informado una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Un pescador encontró a las 16.30 un cuerpo flotando en el río a la altura de la calle de Entrepeñas. Fue quien avisó a los servicios de emergencia. Al lugar acudieron agentes de Homicidios y del Grupo de Menores de la Jefatura de Madrid, además de bomberos de la Comunidad de Madrid. Estos sacaron el cadáver del río después de que lo autorizase el juez de guardia pasadas las siete de la tarde. El cadáver fue trasladado al tanatorio de Alcalá.
Desde el primer momento se apuntó a que podría ser el joven desaparecido, ya que las ropas correspondían con las que llevaba Richard Ángel el día que se le perdió la pista. Además, la complexión física y los rasgos también coincidían.
Richard Ángel, vecino de la cercana localidad de Meco, desapareció en Alcalá la madrugada del 1 de febrero, cuando acudió con sus amigos a celebrar un cumpleaños en la discoteca Decano, cercana al cauce del río Henares. Algunos conocidos afirmaron que había bebido bastante alcohol. Supuestamente, mantuvo una discusión tras golpear accidentalmente a una chica. De las palabras se pasaron a las manos. El novio de la joven y unos amigos iniciaron una pelea y le golpearon.
Sus amigos salieron en su defensa, tras lo cual el joven se marchó solo de la discoteca y ya no le volvieron a ver en toda la madrugada. La familia denunció su desaparición al día siguiente, por lo que se inició una búsqueda en la que intervinieron unidades acuáticas, perros adiestrados, helicópteros y hasta el Grupo Especial de Operaciones (GEO), además de la Guardia Civil y la Policía Local.
Los agentes de Homicidios y del Grume interrogaron a todas las personas que tuvieron relación aquella noche con Richard Ángel y comprobaron que se había quedado solo tras la discusión. De hecho, su rastro se pierde en una rotonda en la que hay una ladera que cae justamente al lecho y al cauce del río Henares. Al poco de dejar a sus amigos, también se pierde la señal de su teléfono móvil. Presuntamente, al caer al río, debió de mojarse y, por tanto, de funcionar. Los agentes drenaron el río, que se caracteriza en estas fechas por tener un denso caudal, además de profundos pozos en los que se pudo colar por un remolino dadas las fuertes corrientes que hay en el río.
Desde el primer momento, los agentes de Homicidios y del Grume se decantaron por una muerte accidental o por algún problema de salud. La autopsia ha confirmado su principal hipótesis de investigación.
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