Sánchez: “Estamos cambiando el partido para ganar y cambiar España”
Asegura en Barakaldo, sin citar al PSM, que su compromiso es lograr una organización que quiera ganar en cada pueblo y en cada comunidad
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez no quiere avivar la polémica generada tras la destitución, de Tomás Gómez como líder socialista en Madrid, y de que una gestora asumiera la dirección del PSM. Esta mañana en Barakaldo, en un acto junto a la secretaria general del PSE, Idoia Mendía, apenas si ha ido un poco más allá de las declaraciones que hizo el viernes en Bruselas cuando aseguró que el objetivo es "construir una alternativa ganadora en Madrid”, y ha explicado que se está limitando a cumplir lo que prometió cuando accedió a la secretaría general "cambiar el PSOE, para después cambiar España". Un cambio cuyo leit motiv es que la organización recupere las ganas de ganar y gane "en todas las ciudades y comunidades" que creen en la izquierda, en los derechos y en las libertades. Para Sánchez, Tomás Gómez el anterior líder socialista de Madrid no era una opción ganadora y generaba muchos problemas.
Tras recordar y mandar su solidaridad a las familias víctimas de la violencia yihadista en Copenhague, Sánchez ha adelantado que su hoja de ruta es cumplir ese compromiso con el que accedió a la secretaría general, "cambiar el PSOE", con el objetivo de lanzar a la organización, para después "cambiar España", y construir un Estado claramente diferenciado del que está haciendo Mariano Rajoy. Sánchez, ha señalado que, al contrario que el Partido Popular, el PSOE ha optado por "limpiar mientras ellos tapan" y ha subrayado que trabaja para "garantizar la limpieza en la vida pública". Ha sido en ese contexto en el que el secretario general del PSOE, y sin citar en ningún momento al PSM, ha explicado que "prometimos cambiar el partido y ya lo estamos haciendo", y ha concluido con un severo "no me va a temblar el pulso para echar a un corrupto del partido".
Ante un frontón entregado que le ha recibido al grito de "presidente, presidente", ha hecho un repaso del listado de políticas del PP que derogará nada más llegar al Gobierno, como la reforma laboral, la reforma del aborto, y ha anunciado que pondrá en marcha toda la maquinaria legislativa para revertir uno de los principales efectos que ha generado la "antisocial" política del PP: "Han hundido a la clase media trabajadora". Su discurso se centró en ese momento es asgurar que no es cierto que hay que elegir entre crecimiento y derechos. "El PP pretende forzarnos a elegir entre recuperación y derechos, pero nosotros no estamos dispuestos a aceptar esa trampa neoliberal", ha expresado.
Nosotros hemos optado por limpiar mientras el PP tapa"
Sánchez ha recordado que si a Felipe González le tocó dar el impulso para lograr un Estado democrático, Rodríguez Zapatero lo hizo por el Estado de las libertades, y a él le va a tocar construir la España de las oportunidades, pero para todos. "Es hora de hablar de principios y ética en la política" y ha acusado a la derecha de "rescatar el sistema financiero" mientras "permite" los desahucios. "España sin desahucios", ha añadido. "Si se queda Rajoy se quedan sus recortes, su privatización de la Sanidad. Si se queda la derecha no habrá una recuperación justa", ha vaticinado. No es la crisis, ha repetido, "es la derecha, que perdona 4.000 millones en impuestos a las grandes corporaciones y recorta la misma cantidad a los parados y pensionistas".
Un cinturón rojo
Los socialistas vascos aprovecharon ayer la presencia del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para dar un paso más en la presión contra sus adversarios políticos. En uno de sus feudos tradicionales y ante un público entregado, la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, puso en valor el apoyo del PSE a los presupuestos del PNV como una manera de atenuar los efectos indeseados de las políticas nacionalistas que, según ha dicho, crean cada vez más desigualdad entre los ciudadanos vascos, teóricamente iguales.
Mendía cree que el PNV es un “enemigo de la igualdad” y en consecuencia un “lastre para un país moderno” desde el momento en el que está absolutamente paralizado en la lucha más que necesaria contra “las colas de Lanbide”, contra de los trabajadores “explotados”, contra los autónomos “ahogados”, y las personas con dependencia, contra los jubilados “a los que recortan sus pensiones”, y en contra de miles de familias que todavía a día de hoy sufren los desahucios.
La secretaria general del PSE elevó el tono de sus críticas al lehendakari, Iñigo Urkullu, después de dos semanas en las que se han enfrentado por el escándalo de Kutxabank, y por el incumplimiento del Gobierno en destituir la directora general de EiTB, Maite Iturbe. Estuvieron más próximos a la hora de situarse ante la figura del consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Ángel Toña, inhabilitado para ser administrador concursal en una sentencia que se conoció el día de su nombramiento.
“El Gobierno de Urkullu está inmóvil ante 172.000 parados, ante la precariedad laboral”, criticó, para añadir a renglón seguido que los socialistas son los únicos que ofrecen propuestas al Ejecutivo vasco. Esa es la razón por la que para Mendía, cobran una especial importancia las próximas elecciones. Según dijo si el PSE obtiene unos buenos resultados “estaremos en condiciones de garantizar que nadie quede marginado” ante un PNV que genera más resistencias que sinergias.
En un acto en el que también tomó parte el alcalde de Barakaldo, Alfonso García, Mendía hizo un llamamiento a todos los candidatos a luchar para ganar y para construir un “cinturón rojo” de alcaldes socialistas que no se preocupen “por las patrias ni por las banderas”. “Hay que levantar un cinturón rojo que ponga fin al intento de construir una sociedad monocolor” en Euskadi, demandó.
Tras destacar que los socialistas vascos fueron fundamentales en la conquista de la democracia, y después construyeron y desarrollaron el Estado del Bienestar en Euskadi y España, Mendia recordó que fue el Partido Socialista en que acabó con los 50 años del terrorismo de ETA. “Somos lo que hemos sido siempre, no necesitamos disfrazarnos de otra cosa, no tenemos que abandonar nuestras siglas, no tenemos que escondernos en plataformas electorales”, añadió. En ese contexto dejó muy claro que a los socialistas vascos no se les verá renegando de ser de izquierdas, ni tampoco “poniéndonos, cuando conviene, la etiqueta de socialcristianos”, como hace ahora el lehendakari Urkullu.
“Si de lo que se trata ahora es de demostrar arraigo socialdemócrata, que nos dejen a nosotros. Llevamos en el ADN el compromiso con la igualdad, con el progreso social, con los más desfavorecidos”, por lo que propuso votar al original y evitar cualquier imitación, dijo levantando una ola de aplausos.
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