Esperanza Aguirre no sería suficiente

Se atribuye en miles de páginas de Internet al escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe la siguiente afirmación: “Sólo vemos lo que conocemos”. En el Partido Popular madrileño, la única candidata posible al Ayuntamiento de la capital es Esperanza Aguirre, según todas las fuentes consultadas. Hace dos semanas había debate y otros nombres: ahora, con los mismos datos, hay unanimidad. Tanto es así que las cábalas se han desplazado a quién será su número dos en la lista.

Esa decisión depende a partes presuntamente iguales de la dirección nacional del PP (que aún no la ha elegido a ella), de la dirección regional (ella) y del cabeza de lista (presumiblemente, ella). Y es un puesto clave porque el PP madrileño está seguro de ser el partido más votado en mayo (también está convencido de serlo el candidato socialista, Antonio Miguel Carmona), pero no tiene tan claro que mantenga el Ayuntamiento, en su poder desde 1991.

Según todas las encuestas, que niegan la mayoría absoluta a todos los contendientes, eso dependerá de las alianzas del día siguiente, o incluso de seis meses después, según varios dirigentes, pues el Ayuntamiento (y la Comunidad) anticipan el pulso por La Moncloa de PP, PSOE y Podemos.

Si finalmente Aguirre fuera la candidata elegida pero las urnas o los pactos postelectorales la convirtieran no en alcaldesa sino en jefa de la oposición, la mayoría de fuentes consultadas en el PP madrileño aventuran que podría dejar el acta de concejal (ya abandonó la presidencia regional en septiembre de 2012, de sopetón y sin muchas explicaciones). O ceder el liderazgo y portavocía a un número dos más joven para labrar su relevo sin dejar de ejercer su influencia áulica en el PP.

En alguna página de Internet, la cita que abre esta información no se atribuye a Goethe sino al matemático inglés Charles Babbage, más afamado en cuanto a aforismos se refiere por esta frase: “Se cometen muchos menos errores usando datos incorrectos que no empleando dato alguno”. Sólo por intuición política, repiten las fuentes consultadas, en el PP se apunta a que, si es la candidata, Aguirre llevará a un número dos “muy potente”. Descartados Ignacio González porque gobierna la Comunidad y Francisco Granados porque está en la cárcel, un dirigente madrileño con muchas horas de vuelo en la tramoya del partido saca a relucir el nombre de la consejera regional de Educación Lucía Figar: “Aguirre tiene con ella mucha complicidad y confianza, y ella tiene buena relación con Mariano Rajoy. Si Aguirre gana, sería vicealcaldesa; si pierde, líder de la oposición”.

Se apuntan como otros posibles nombres para completar la lista de la capital los de algunos alcaldes del sur de la región a los que las encuestas vaticinan un resultado incierto. ¿Y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, hasta hace dos semanas firme rival de Aguirre para ser la elegida de Rajoy? Una vez que esa posibilidad pierde fuelle (sin causa aparente), Cifuentes podría ser número dos de Aguirre sólo si Rajoy se la impusiera a ésta. “Yo te trago a ti pero tú te tragas a Cifuentes”, señala un alto cargo. Aun así, varios dirigentes coinciden en que la delegada del Gobierno, si no es cabeza de lista, aguantará en su puesto y verá premiada su lealtad con un sillón en el Congreso o en el Senado a final de año, y quién sabe si con una secretaría de Estado si Rajoy sigue en La Moncloa.

Los partidarios acérrimos de Aguirre opinan sin embargo que ella no dejará el Ayuntamiento ni aunque pierda. Admiten, eso sí, la posibilidad de que deje voz y hueco a su número dos. “Sería alguien muy potente, con imagen, más joven [Aguirre tiene 63 años] y que esté pidiendo pista”, apunta un alto cargo madrileño, que ve “muy restringido” el círculo de posibles aspirantes.

Si casi nadie duda en el PP de que Aguirre será su candidata, entre la oposición la certeza es casi absoluta. De hecho, no son pocos los que elucubran ya sobre una campaña electoral contra ella. Y todos coinciden, incluso en el PP, en que sería feroz.

En Unión, Progreso y Democracia se aventura que Aguirre podría achicar el hueco electoral a Ciudadanos, aún sin candidato —durante meses se habló de César Cabo, pese a estar imputado por sedición por la huelga de controladores de 2010, que ahora parece haber perdido sus posibilidades—. Ciudadanos no tiene representación municipal en la actualidad, pero inquieta a UPyD, pues rozó el 5% de los votos en la capital en las elecciones al Parlamento Europeo del pasado mes de mayo. UPyD logró el doble, pero en menos de tres meses deberá disputarse el electorado con una formación a la que las encuestas ven mucho empuje en todo el país y también en Madrid.

En el Partido Socialista, Carmona presume de que ningún posible candidato del PP le quita el sueño. Al contrario de lo que le ocurre a su partido a nivel nacional y regional, su peor pesadilla, Podemos (al que el Centro de Investigaciones Sociológicas coloca por encima del PSOE en el conjunto del país), no concurre a las elecciones. Bueno, en realidad sí lo hace, pero no con sus siglas.

Su secretario municipal, Jesús Montero, ha pactado con la plataforma Ganemos la creación de un partido “instrumental” (sólo para estos comicios) con el que arrebatar el poder al PP. El pasado viernes, los miles de activistas de Podemos en la capital refrendaron esa decisión. Ese acuerdo se presentó el 29 de enero y entre el público, en primera fila, estaban sentados el candidato al Ayuntamiento de Madrid de Izquierda Unida, Mauricio Valiente, y la líder de Equo, Inés Sabanés. Ambos se han comprometido a concurrir como uno más a las elecciones primarias que decidirán al candidato de ese nuevo partido instrumental (que no llevará el nombre de sus componentes).

Mauricio Valiente ganó las primarias de IU en noviembre con mucha ventaja en apoyo de militantes y simpatizantes sobre su rival, la concejal Raquel López. Pese a ser compañero de candidatura de Tania Sánchez, Valiente no ha seguido a esta en su marcha de IU. Mantiene pues el pulso con la corriente que ostenta el poder interno en la formación, la vieja guardia, que sólo contempla pactar con Podemos y Ganemos con la fórmula de una coalición en la que brillen las siglas de IU.

Así, no sólo queda por saber quién será el candidato de este nuevo partido instrumental integrado por Podemos y Ganemos, sino también si el pulso de Valiente y la dirección de IU en Madrid termina por llevar a esta a presentar una lista (presumiblemente, liderada por Raquel López) que compita por robar votos no sólo al PP y al PSOE, sino también al partido de Ganemos y Podemos.