Luis Alegre: “Mi familia es conservadora y está tan avergonzada como yo de este Gobierno”

No hay carnés, no hay siglas, no hay “¿de dónde vienes?” ni “¿dónde estabas ayer?” para Luis Alegre, candidato a la secretaria general de Podemos en Madrid con la lista ‘Claro que Podemos’, la que lleva —de las cinco que hay— el sello de Pablo Iglesias en la región de cara a las elecciones autonómicas del 24 de mayo.

“Vamos a conseguir que esta Comunidad deje de ser noticia por la corrupción política”, se arrancó el aspirante regional en la presentación de su equipo “plural, entusiasta, que va a trabajar sin descanso para que en mayo la noticia sea el cambio en Madrid”.

La clave de su candidatura es el aperturismo, la huida de los símbolos diferenciadores de minorías y la búsqueda de las ideas fuerza aglutinadoras de mayorías. Ejemplos: “Hay una mayoría social que se avergüenza de sus representantes políticos; a todo el mundo le indigna que echen a la gente de sus casas; no se puede permitir que haya ciudadanos que no pueda encender la calefacción; nuestra sanidad pública es un ejemplo en todo el mundo y no podemos consentir que unos consejeros se la repartan entre sus amigotes...”.

Por si quedaban dudas de que a su indignación, cocida a fuego lento —recorte a recorte— como “profesor precario” de la Complutense, no le importan los colores, remató: “Mi familia es conservadora y no está menos avergonzada que yo de las corruptelas de este Gobierno”. Acto seguido invitaba, “¿por qué no?”, a su proyecto a votantes del PP “escandalizados”.

El programa, fermentando bajo la supervisión de la dirección nacional de su partido, consiste —de momento— en garantizar que, en los primeros cien días, si ganan las elecciones, “desde el primer día no haya ninguna persona que no pueda poner la calefacción, que nadie sea expulsado de sus casas, que no haya ni un niño desnutrido”. Los asuntos de financiación los resolvió de dos plumazos. Uno: “Es una estafa esa idea de que no hay dinero”. Y dos: “Lo primero es sacar las cajas de los ayuntamientos y llevarlas al Tribunal de Cuentas para que paguen los que se llevaron el dinero de los ciudadanos”.