El escaso conocimiento del candidato preocupa en el PP

El PP llegará a las urnas con un candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, que tiene el difícil reto de aguantar el listón que puso Javier Arenas en las elecciones autonómicas de 2012. El PP, con 50 diputados, es ahora la fuerza mayoritaria en la Cámara andaluza, pero este partido da casi por imposible repetir este resultado. El liderazgo de Moreno Bonilla, que llegó a la presidencia del PP andaluz tras un pulso interno en el que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se impuso a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, no ha terminado de consolidarse interna ni externamente en un partido acostumbrado al mando absoluto que ejercía Arenas.

Uno de sus principales problemas, y que preocupa internamente, es el bajo nivel de conocimiento que todavía le otorgan las encuestas a Moreno Bonilla (no llega al 60%) tras casi un año al frente de la organización.

Precisamente, a las encuestas internas se agarra el PP para sostener que está en condiciones de disputar a la socialista Susana Díaz las elecciones. Según los sondeos que manejan los populares, la ventaja que tiene en estos momentos el PSOE andaluz es de solo tres puntos. “Ahora hay gente a la que le da vergüenza decir que va a votar al PP, pero que luego irá a las urnas”, afirman fuentes de este partido. A este voto oculto y a la movilización de sus alcaldes (las elecciones autonómicas serían dos meses antes de las municipales) fía la dirección del PP buena parte de sus esperanzas para poder plantar cara en las urnas.