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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Trabajar por Andalucía

Necesitamos un gobierno que trabaje por los problemas de la gente

Es el momento de que la política resuelva los problemas de la gente y no de los cálculos electorales. La presidenta de la Junta de Andalucía está abordando un adelanto electoral que en realidad sería una ruptura unilateral del acuerdo por Andalucía que llevó a Izquierda Unida a entrar en el Gobierno andaluz. IU lo hizo para hacer política de izquierdas, ejecutar propuestas audaces en favor de la mayoría social y desmantelar malas prácticas asentadas durante demasiado tiempo.

Los destinos de nuestra tierra no se pueden abordar desde intereses partidistas. La argumentación tautológica de falta de estabilidad no se sostiene con una ley de Presupuestos aprobada para 2015, y la necesidad de cumplir con lo que se acuerda es una obligación para la gente que nos dio la confianza. Nos preocupa la posibilidad de que no exista una voluntad sincera del PSOE de desarrollar normas que contribuyen a un cambio de modelo económico y social, como la de la banca pública o la renta básica.

Las motivaciones que estarían detrás de una ruptura unilateral del acuerdo no responderían a los intereses de la mayoría social; nuestro objetivo en el Gobierno no es estar por estar, sino trabajar para transformar una realidad andaluza en estado de emergencia social: las políticas de vivienda en favor de la mayoría, una ley de agricultura que desarrolle el sector más determinante de la economía andaluza, una renta básica, propuestas de suministros vitales para que las familias no se queden sin agua o luz o una ley de igualdad y contra la violencia de género que haga de esta una sociedad más decente.

Andalucía necesita de un Gobierno que trabaje a marchas forzadas por los problemas de la gente y centre sus energías en actuaciones que resuelvan problemas acuciantes. No nos levantamos en nuestra tierra pensando en las diatribas cotidianas de cualquier Gobierno de coalición: las personas desempleadas lo hacen preocupadas por encontrar empleo; quienes lo tienen, inquietas por la precariedad en la que se encuentran; las personas enfermas por ser atendidas sin atascos en urgencias, las dependientes por verse adecuadamente atendidas, y las familias por un desarrollo satisfactorio de la educación de sus hijos. Reconocemos que hacemos políticas molestas para una minoría privilegiada.

Hacer coincidir las preocupaciones ordinarias con las de un gobierno ha sido la ocupación de IU en la Junta de Andalucía, y quiere seguir siéndolo para convertir en realidades tangibles ambiciosas políticas que tengan en la creación de empleo la brújula de sus actuaciones, y la protección de las víctimas de la crisis el eje de preservación de los servicios básicos.

Entramos en el Gobierno para contribuir a un cambio de modelo productivo y la protección de los servicios públicos. Hemos sido garantes de la lucha contra la toda la corrupción. Con 12 diputados de 109 hemos optimizado una capacidad de influencia sobre políticas diferentes y en favor de la mayoría social, frente a quienes piensan en intereses que son ajenos a los de la sociedad andaluza.

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Antonio Maíllo es coordinador andaluz de Izquierda Unida.

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