El exjefe de Información de la Urbana niega haber hecho informes del 4-F

El exjefe de Información de la Guardia Urbana de Barcelona, Víctor Gibanel, ha negado hoy haber realizado informes para el exalcalde socialista Joan Clos a raíz de los hechos sucedidos el 4 de febrero de 2006 en la capital catalana y denunciados en el documental Ciutat morta, emitido en el Canal 33.

Las defensas de los condenados por el caso 4F, que han denunciado ser víctimas de un montaje policial y judicial, han pedido desde el primer día sin éxito que se aporten a la causa los supuestos informes de la Guardia Urbana en los que Clos sustentó su primera versión, luego corregida, según la cual fue una maceta la que el 4 de febrero de 2006 hirió de gravedad a un agente que quedó tetrapléjico.

Tras la primera versión de Clos, el consistorio modificó su relato y, de acuerdo con el criterio de la fiscalía, sostuvo que el agente resultó herido al recibir el impacto de una piedra arrojada desde la calle por los detenidos -que acabaron siendo condenados- y no desde el edificio ocupado de la calle Sant Pere Mes Baix, que era de titularidad municipal.

Gibanel ha leído este mediodía un comunicado ante los medios de comunicación en Gavà, ciudad en la que es jefe de la policía local desde enero de 2014, "ante las informaciones publicadas que ponen en entredicho mi tarea profesional". Víctor Gibanel ha asegurado también que no trató de evitar la emisión del documental, pero sí que solicitó la supresión de unos minutos en los que se hacía referencia a su persona "porque entendía que vulneraba el derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad personal y familiar". El juez dio la razón al policía y autorizó la supresión de este fragmento.

El policía mantiene que pidió la supresión de este fragmento porque recogía unas declaraciones del periodista Jesús Rodríguez Selles en las que expresaba determinadas "suposiciones" de las que se podía desprender que "yo era el autor de un informe dirigido al alcalde de Barcelona sobre los hechos" y ha querido dejar claro que "no he tenido ninguna relación con los hechos ni antes, ni durante ni después".

Gibanel ha dicho en este sentido que "no tenía acceso directo al alcalde de Barcelona, tampoco, lógicamente, para proporcionarle ningún tipo de informe de los que elaboraba en función de mi responsabilidad". El policía, que en su comparecencia no ha admitido preguntas, asegura que en el fragmento del documental que pidió que se retirara se reproducían unas imágenes "filtradas irregularmente" de una declaración judicial que "no tiene absolutamente nada que ver con lo que sucedió el 4 de febrero de 2006".

Sobre su demanda para pedir la supresión de un fragmento del documental, Gibanel recuerda que la juez autorizó la supresión de tres minutos del documental pero que además "llegué a un acuerdo con la productora Metromuster para suprimir un total de cinco". En este sentido, ha negado que esta supresión sea un acto de censura y ha asegurado desconocer cómo ese fragmento, después de un acuerdo mutuo privado entre las partes, ha tenido una difusión masiva a través de las redes sociales.

Gibanel ha asegurado que ha facilitado la información adecuada a la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, y a la junta de portavoces del ayuntamiento de Gavà y ha anunciado que mantiene la demanda contra el referido periodista "ya que lo considero el principal responsable de las circunstancias que me están afectando y por lo tanto de los daños morales y profesionales que estoy padeciendo".

El policía se ha reivindicado como un "firme defensor" de las libertades individuales y colectivas "entre las que se encuentra, evidentemente, la libertad de expresión".