La renuncia del abogado defensor retrasa el juicio al ‘falso shaolín’
Javier Beramendi desiste de la representación un mes antes de la fecha fijada para el comienzo del juicio oral
El juicio contra Juan Carlos Aguilar --'el falso shaolín', acusado de asesinar a Jenny Sofía Revollo Tuiran y Maureen Ada Otuya en junio de 2013--, que estaba previsto que se celebrara a finales de febrero, se retrasará después de que el letrado Javier Beramendi haya renunciado a ejercer su defensa, según han informado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
Aguilar se enfrenta a la petición por parte de las acusaciones de más de 40 años de prisión por dos asesinatos. Fuentes jurídicas han afirmado que, aunque en un principio también se había solicitado que se le juzgara por un delito de detención ilegal, la defensa del 'falso shaolín' recurrió. Finalmente, la Audiencia Provincial y el TSJPV han anulado la acusación de detención ilegal, por lo que Juan Carlos Aguilar sólo será enjuiciado por dos delitos de asesinato.
Cuando ya se preveía que se fuera a establecer fecha para celebrar la vista oral a finales del próximo mes, Javier Beramendi, jurista bilbaíno de reconocido prestigio, ha presentado un escrito en sede judicial por el que desiste de ejercer como representación legal de Aguilar, aunque no explica las razones de su renuncia. El acusado tendrá que nombrar nuevo abogado y procurador, y si no, se le designarán de oficio.
De esta forma, como pronto, el juicio, que se desarrollará con tribunal de jurado, se podría celebrar a finales de marzo, aunque es más probable que se posponga hasta después de Semana Santa.
Aguilar se enfrenta a la petición de más de 40 años de cárcel por dos asesinatos
La investigación sobre el caso comenzó cuando Juan Carlos Aguilar fue detenido del 2 de junio de 2013, después de que, alertada por una vecina, la Ertzaintza localizara en el gimnasio 'ZEN4' de Bilbao al encausado en el momento en el que golpeaba salvajemente a la joven Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana, a la que tenía atada a una silla.
La joven, que se encontraba en estado de coma, falleció en el hospital el 5 de junio, y los agentes localizaron en el gimnasio y en el domicilio del sospechoso el cuerpo descuartizado de Jenny Sofía Revollo, una mujer colombiana a la que habría matado pocos días antes.
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