De billares con Camarón
El cantaor José Mercé descubre el Madrid más flamenco. Los ‘tablaos’ y las noches de juerga con Paco de Lucía y Manzanita
1. Billares de Callao. Allí nos íbamos Paco de Lucía, Pepe Habichuela, Manzanita, Camarón…Vamos, todo el flamenco. Hablo de los años setenta. Íbamos a ver a señores mayores que jugaban de fábula, pero el billar de verdad, no este americano. En aquella época estábamos todos viciados a ese juego. Yo era malillo, pero Camarón lo hacía bastante bien.
2. Plaza de Santa Ana. Era muy flamenco lo de sentarte en esa plaza y tomarte un café o una copa. Pero el verdadero punto de encuentro era una cafetería en Mesoneros Romanos que se llamaba Tulsa. Allí nos juntábamos todos los flamencos antes de las actuaciones y de ese punto nos íbamos a nuestro respectivo tablao.
3. Santiago Bernabéu. ¿Qué decir? Disfruto muchísimo porque soy del Real Madrid. Soy socio y abonado. La primera vez que fui al campo corría el año 1969. Un Real Madrid-Betis. Mi primo y yo con la gorra del Betis. Cuando ya el Madrid le había metido cinco, decidimos que ya era hora de quitárnosla.
4. Bar Laína. Lo identifico con el barrio en el que he vivido siempre. He disfrutado muchas horas allí, entre comidas y partidas de mus. (Calle de Carvajales, 5)
5. Mi hermano y yo. Diría que es como como mi casa y mi oficina al mismo tiempo. Si alguien me quiere encontrar, que vaya allí. El mejor jamón que puedas comer en tu vida. Y también el salmorejo cordobés, salmorejo de verdad. (Camino de las Huertas, 2, Pozuelo)
Puro arte
El jerezano celebra sus cuatro décadas de carrera con un recopilatorio llamado 40 años de cante, que presenta esta noche en el Price. José Mercé (Jerez, 1955) llegó a Madrid con 13 años, tras haber grabado su primer álbum.
6. Casa Tere. Casi todos los jueves la cita en este sitio con los amigos es obligada para jugar la partida de mus. Se come muy bien. Mi recomendación: angulas con un buen huevo frito (¡gozas!) y también cocochas de merluza. Lo descubrí hace cinco años, cuando me mudé. (Avenida de Juan Pablo II, 64, Pozuelo)
7. Teatro La Latina. Si puedo ir al teatro a ver funciones de amigos y compañeros, estoy encantado. Me encantaba ver las funciones de Lina Morgan en el de La Latina. Al lado había un bar, yo creo que ya cerró, que se llamaba La Paloma. ¡La dueña hacía unos mejillones alucinantes! Y yo por mucho que le pedí la receta durante años, nunca quiso dármela. Todo recién traido del mercado, claro. (Plaza de la Cebada, 2).
8. Museo del Prado.Un sitio que siempre me ha impactado muchísimo. Cuando llegue de Jerez a Madrid, hace ya muchos años, fui y aluciné en colores. Me quedé flipando y como me pillaba tan cerquita de casa siempre que he podido he intentado ir a disfrutar de esos grandes maestros de la pintura. (Paseo del Prado).
9. Casa Limón. Desde que grabé Mi única llave, uno de mis rincones favoritos es Casa Limón. Es un lugar que te inspira, en el que paso horas ensayando. Aquí te lo pasas bien, te enfadas, te ríes y, en definitiva, trabajas a gusto. Incluso cuando no tengo nada que hacer en realidad, me paso por ahí. (Cebreros, 98)
10. Palacio de Cibeles. En realidad, lo que era especial para mí era una fuente de agua que hay justo en frente del palacio, pasada la estatua de Cibeles. Cuando acababa de actuar por las noches, iba andando por Gran Vía y siempre bebía el agua de esa fuente porque me encantaba. La verdad es que no sé si sigue allí esa fuente. ¡Un agua maravillosa!
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