Para rendir cuentas políticas

Una de las insuficiencias de las democracias representativas es que no han creado mecanismos para evitar el incumplimiento de los programas que presentan los partidos políticos en los diferentes procesos electorales ni han promovido la realización de procesos de rendición de cuentas de la actividad desarrollada por los partidos políticos y sus representantes en las instituciones democráticas del Estado.

Robert A. Dahl, en su obra La democracia, puso de relieve que la ciudadanía delega en los representantes electos “una autoridad enormemente discrecional en decisiones de extraordinaria importancia”. A partir del momento de la delegación, la ciudadanía ya no dispone de posibilidades para poder controlar el cumplimiento de los programas electorales y la gestión realizada por los representantes políticos, ni de canales para poder expresar su apoyo o su rechazo a los posibles pactos de gobierno entre diversas fuerzas políticas.

No debería cuestionarse el hecho de que los partidos políticos se vean obligados a adaptar sus programas electorales a las necesidades de un pacto gubernamental con otras fuerzas políticas. Tampoco que tengan que rectificar algunas propuestas de sus programas electorales porque hayan cambiado las circunstancias o las condiciones. Incluso es comprensible que no les quede más remedio que modificar algunas de sus promesas electorales cuando al acceder al gobierno comprueban que su concreción es más complicada de lo que esperaban cuando estaban en la oposición o cuando no tenían representación institucional. Pero no es justificable el incumplimiento sistemático de los puntos esenciales de los programas electorales, que por desgracia viene siendo una práctica habitual.

Por otra parte, los partidos políticos no han impulsado procesos de rendición de cuentas a la ciudadanía sobre la actividad que desarrollan sus representantes en las instituciones democráticas del Estado. Boaventura de Sousa Santos, en una entrevista publicada en el 2010 en la Revista Internacional de Filosofía Política, advirtió que “la democracia representativa desarrolló sus instrumentos en torno a la cuestión de la autorización —decidir mediante el voto quiénes son las personas autorizadas para tomar decisiones políticas— y descuidó por completo otra de sus funciones importantes, que es la de la rendición de cuentas”.

No debería cuestionarse que los partidos se vean obligados a adaptar sus programas electorales a las necesidades de un pacto gubernamental con otras fuerzas 

Si se aspira a construir una democracia representativa de calidad es imprescindible que los partidos políticos impulsen procesos regulares de rendición de cuentas sobre su actividad en los gobiernos, en los parlamentos y en los plenos municipales. En ese sentido, convendría que los partidos políticos incluyeran algunos compromisos en los programas electorales que presenten en las próximas elecciones municipales, como los que se apuntan a continuación.

Realizar en cada localidad, al menos una vez al año, un proceso de rendición de cuentas, presencial y on-line, sobre la actividad desarrollada en los ayuntamientos. La rendición de cuentas presencial consistirá en dos tipos de reuniones: asambleas abiertas a todos los vecinos y vecinas en cada uno de los barrios, y reuniones con representantes de las distintas entidades y asociaciones presentes en cada barrio y en la localidad. En esos encuentros, los representantes electos explicarán lo que han hecho, lo que no han podido hacer y lo que pretenden hacer en el futuro inmediato, y se garantizará que haya tiempo suficiente para que los asistentes puedan dar su opinión, plantear críticas y formular propuestas. La rendición de cuentas on-line tendrá un contenido similar a la presencial y se realizará en espacios situados en las páginas web del partido político, uno de ellos abierto a la participación de toda la población de la localidad y otro abierto a la participación de las entidades y las asociaciones.

Constituir, en el interior del partido político, una comisión de garantías de los procesos de rendición de cuentas, encargada de las siguientes funciones: coordinar, hacer un seguimiento y elaborar un balance de los diferentes procesos locales de rendición de cuentas, y atender posibles denuncias sobre casos de incumplimiento de los programas electorales y de los compromisos de rendición de cuentas, investigando lo que se haya denunciado y dando respuesta a las personas y a las entidades y asociaciones denunciantes.

Si después de un periodo de experiencias de rendición de cuentas a escala local se demostrara su viabilidad y eficacia, se podrían poner en marcha procesos similares a escala autonómica, estatal y europea. Por su mayor complejidad, estos procesos de rendición de cuentas en niveles superiores al local probablemente habrán de tener un mayor componente on-line que presencial.

Enric Prat Carvajal es historiador y profesor de Ciencia Política en la Universitat Autònoma de Barcelona